En verano, Venecia es de los turistas, 18 millones para ser exactos. Las multitudes abarrotan los (apenas) cinco kilómetros cuadrados de esta maravillosa ciudad, superando ampliamente a los aproximadamente 270.000 italianos que llaman hogar a La Serenissima. Este apodo, que significa literalmente «la más serena», suele sustituirse por otro menos atractivo: la Disneylandia italiana. Aunque el verano en Venecia puede ser agradable, las largas colas y los niños gritando no hacen felices a los veraneantes ni a los venecianos.
Pero con la llegada del invierno, la ciudad parece reivindicarse. En esas cortas semanas entre las vacaciones y el Carnevale, los venecianos se entregan a la vida tal y como debe ser. Ya sea bebiendo un’ombra (más adelante) o bebiendo l’acqua alta (y esto también), los venecianos disfrutan de su tiempo a solas, y ¿quién no querría unirse a ellos? Viajar a Venecia en invierno permite experimentar la ciudad a un ritmo más lento y tranquilo, sin multitudes ni itinerarios. Para ayudarle a elegir dónde comenzar su viaje para recuperar La Serenissima, he aquí algunas tradiciones venecianas que no debería perderse:
Góndola a través de la niebla.
Hoteles en esta historia
El paisaje único de Venecia es siempre cautivador, pero en invierno la luz ligeramente grisácea y sesgada de esta ciudad de los canales se vuelve inquietantemente bella. La niebla persiste en los canales, creando una atmósfera misteriosa e inquietante (que, por cierto, queda preciosa en las fotografías). Y si un poco de nieve le pilla por sorpresa, mejor aún: Venecia nunca es más romántica que en momentos como éste. Además, al haber pocos turistas en la ciudad, no se producen aglomeraciones en las vías fluviales, lo que permite a los visitantes dar un paseo solitario en el tiempo.
Dónde alojarse: El Hotel Palazzo Stern tiene su propia parada de vaporetto en el Gran Canal – y estamos seguros de que los gondoleros de Venecia también estarán encantados de dejarle en esta histórica boutique.
Come como un local.
Venecia -al igual que toda Italia- es conocida por su comida, sobre todo por la gran variedad de mariscos que los lugareños llevan pescando en alta mar desde hace siglos. Una parada en La Pescaria, uno de los mercados al aire libre de Venecia, permitirá a los visitantes conocer anguilas que se retuercen, peces espada y otros deliciosos productos antes de ser transformados en cicchetti, los aperitivos de bar por los que Venecia es famosa. Al igual que las tapas, estos pequeños pero significativos platos son exclusivos de cada bar, pero suelen ofrecer alguna variación de baccala mantecato (una espuma de bacalao salado sobre un pequeño triángulo de pan tostado), folpetti (diminutos pulpos marinados) o sarde in saur (sardinas fritas cubiertas de una salsa de vinagre azucarado, cebolla, pasas y piñones, un verdadero alimento básico veneciano).