La aplicación de mensajería Kik estuvo a punto de cerrar, pero un holding, MediaLab, la compró e invertirá en su futuro, según informó la empresa.
En su apogeo, Kik contaba con cientos de millones de usuarios registrados y la empresa obtuvo una valoración en el mercado privado de 1.000 millones de dólares, lo que la situó en la élite de los unicornios tecnológicos. Pero en septiembre, Kik Interactive anunció que cerraría la aplicación de mensajería tras una pelea con los reguladores.
La empresa se ha librado del cierre gracias a MediaLab, que también es propietaria de Whisper, otra aplicación de redes sociales anónimas en iOS y Android.
«Creemos que los mejores días de Kik siguen estando por delante», escribió MediaLab en un comunicado el viernes en el sitio web de Kik. La compañía dijo que para cubrir los gastos de la app, está introduciendo anuncios. También dijo que desarrollaría la aplicación para ser más rápida, más fiable y eliminar los errores.
El equipo de Kik Interactive no devolvió una solicitud de comentarios el sábado sobre si todavía planea despedir a su personal de Kik.
Kik Interactive dijo en septiembre que planea centrar sus recursos restantes por completo en el crecimiento de su criptodivisa, Kin, objeto de una reciente demanda presentada por la Comisión de Valores y Bolsa. La SEC demandó a Kik en junio por recaudar unos 100 millones de dólares en una ICO, u oferta inicial de monedas, sin registrar adecuadamente la oferta.
En una entrada de blog de septiembre, el CEO y fundador de Kik, Ted Livingston, dijo que la batalla legal con la SEC había sido «un proceso largo y costoso que agotó nuestros recursos».
Lanzada en 2010, Kik atrajo a una amplia franja de usuarios con la promesa de poder chatear de forma anónima. Los usuarios no tenían que registrarse con un número de teléfono u otros datos personales. En 2015, la aplicación recibió 50 millones de dólares de financiación del gigante tecnológico chino Tencent.
Creció junto a otras aplicaciones de mensajería populares, como WhatsApp, Facebook Messenger, Telegram y Line, pero la función de anonimato se convirtió en un arma de doble filo. Aparecieron titulares sobre cómo los depredadores de menores se ponían en contacto con ellos a través de la aplicación y la función de anonimato perjudicaba la capacidad de las fuerzas del orden para rastrear a los delincuentes.
En 2016, Kik tenía 300 millones de usuarios registrados. Ya no se desglosa el número de usuarios activos.