Mi madre, mis hermanas y muchas amigas son adictas a la serie This is Us. Cuando está a punto de salir al aire una de ellas suele publicar algo en sus redes sociales como: «Mejor prepara los pañuelos». Por supuesto, yo misma evito la serie como un mapache asolado por la peste. Pero me hizo pensar en esta respuesta física inducida por la tristeza. Podemos llorar de tristeza, de miedo, de frustración, de ira o incluso de alegría. Pero, ¿por qué salen chorros de líquido de nuestros ojos?
La verdad es que nadie lo sabe a ciencia cierta. Es decir, los científicos no se ponen de acuerdo sobre la razón por la que las lágrimas corren por nuestras mejillas y nos asaltan espasmos y, por supuesto, los lamentos y sollozos reveladores que comprenden un llanto en toda regla. También hay una gran variedad entre los seres humanos. Todos tenemos un umbral diferente para el acto. Algunos ni siquiera lloran nunca.
En un sentido científico, somos los únicos organismos que lloran debido a nuestras emociones. Otras criaturas lo hacen simplemente para eliminar los irritantes de sus ojos. Muchos psicólogos creen que, además de darnos una salida a la rápida acumulación de una poderosa emoción, el llanto es una señal social para los demás de que estamos angustiados. El cuidado en momentos de gran estrés puede aumentar los lazos entre los individuos de un grupo, haciéndolos más afines entre sí, más capaces de comunicarse y entenderse, aumentando el trabajo en equipo entre ellos y, por tanto, su probabilidad de supervivencia.
El llanto puede ser una señal social de apoyo, que a su vez puede conducir a una mayor cohesión social. Getty Images.
Los niños y los bebés lloran para llamar la atención de los padres y ver satisfechas sus necesidades. El doctor en bioquímica William H. Frey estudió en la década de 1980 el llanto y las lágrimas. Descubrió que, de media, las mujeres lloran 5,3 veces al mes, mientras que los hombres lo hacen 1,3 veces en ese mismo periodo de tiempo.
Puede haber una razón biológica detrás de esto. Se cree que la hormona prolactina promueve el llanto. Esta se encuentra en niveles más altos en las mujeres. Mientras que la testosterona puede amortiguar el acto. El llanto también es diferente en las distintas culturas.
En un estudio de 2011 publicado en la revista Cross-Cultural Research, los investigadores analizaron 35 países diferentes para ver con qué frecuencia lloraban las mujeres. Los países más ricos, como Estados Unidos, Suecia y Chile, registraron tasas ligeramente superiores de llanto femenino, frente a los más pobres, como Nepal, Ghana y Nigeria. Los investigadores creen que esto se debe a que existe una mayor libertad de expresión en los países desarrollados.
El estilo de apego de cada uno también influye. Los estilos de apego displicente, aquellas personas que evitan o desconfían de la intimidad, son los más propensos a intentar no llorar, o a luchar contra las lágrimas. Los que tienen un apego inseguro, los necesitados, pueden llorar de forma inapropiada, como entrar en el histrionismo para recibir atención. Mientras que los que tienen un estilo de apego seguro son los más propensos a llorar de forma apropiada y natural.
Las mujeres lloran más a menudo que los hombres, y las mujeres de los países más ricos más a menudo que los más pobres. Getty Images.
Algunos estudios han analizado cómo los niños y otras personas utilizan las lágrimas como forma de manipulación. Un niño puede llorar en presencia de una madre enfadada para inducir simpatía y tratar de librarse de los problemas. Ésta podría ser también una de las razones por las que el llanto suele formar parte de las riñas entre amantes. Un pequeño estudio descubrió que las lágrimas femeninas pueden reducir el impulso sexual masculino y atenuar la agresividad masculina.
Otro hallazgo interesante es que las lágrimas formadas por diferentes emociones contienen en realidad diferentes composiciones químicas. Las lágrimas emocionales contienen más proteínas, lo que se cree que las hace más espesas y, por lo tanto, es más probable que se deslicen lentamente, provocando rayas en las mejillas, que son fácilmente perceptibles para los demás. Es una llamada al apoyo y la empatía. En esta misma línea, la artista Rose-Lynn Fisher tomó lágrimas derramadas por diferentes emociones y las fotografió bajo un microscopio. Los resultados son fascinantes aunque no del todo científicos.
Mientras tanto, los científicos están dirigiendo sus lentes hacia aquellos que no lloran. Aunque a menudo pensamos que un buen llanto es una catarsis saludable, en realidad no hay pruebas que lo respalden. Sin embargo, algunos psicólogos creen que embotellar esas emociones podría conducir a sentimientos de ira más adelante, mientras que algunos científicos ven el llanto como una forma de eliminar la hormona cortisol del cuerpo, expulsándola con las propias lágrimas.
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