Sansón y Hércules son muy similares, ambos tienen una fuerza similar a la de un dios y ambos son mortales, pero también eran muy diferentes. Sansón tenía una debilidad, que era su pelo. Una vez que le cortaron el pelo, perdió toda su fuerza. Hércules no tiene ninguna debilidad conocida, excepto por los relatos de que era demasiado confiado y lujurioso.
La historia de Sansón podría haberse basado en la verdad. Sansón definitivamente pudo haber sido un hombre muy devoto. También pudo haberse dejado crecer el pelo muy largo. Aunque Sansón probablemente no tenía una fuerza tan sobrenatural como la que cuenta la Biblia, podría haber sido un hombre muy grande, fuerte e imponente. Muchos de los hombres de esa época trabajaban duro todos los días para ganarse la vida y eso habría hecho que fuera muy probable que construyera mucha musculatura.
La fuerza de Samson podría haber sido grande. Sin embargo, es muy poco probable que pudiera derribar un edificio o abrir la puerta de una ciudad. La historia de Sansón destruyendo el templo podría haber sido un desastre natural como un terremoto. En aquella época los edificios podían ser fácilmente destruidos por pequeños temblores.
La historia de Sansón se utiliza hoy en día para enseñar una moraleja religiosa. También puede ser una lección no religiosa para todos nosotros. Sansón tuvo una gran fe en Dios durante toda su vida. Sin embargo, le dio la espalda cuando reveló el secreto de su fuerza a Dalila. Al final de su vida, Sansón se redime mostrando una gran fe al sacrificarse. Dios le concede su fuerza por última vez y Sansón muere redimido. En la actualidad, esta historia parece contar a la Iglesia una historia del perdón de Dios y de la oportunidad de redención. Menos religiosamente nos enseña a ser leales y dedicados.