«Completamente sin edad, clásica, encantadora, fuerte, inteligente, sarcástica, irreverente y todas las cosas que amo en este mundo», escribió la nieta Meghan McCain en Twitter
¿Qué hace uno para celebrar que cumple 108 años? Si eres Roberta McCain, disfrutas de una tarta de zanahoria, café y unos cuantos seres queridos.
El viernes, la matriarca de los McCain y madre del difunto senador John McCain (y abuela de la copresentadora de The View, Meghan McCain) celebró su último cumpleaños en su regia casa de Washington, D.C., con su hijo Joe y su mejor amiga Greta Van Susteren, la presentadora de noticias de televisión, que trajo la tarta y las velas.
«Esta señora que hoy cumple 108 años nació dos meses antes de que zarpara el Titanic, ese es el tiempo que lleva», dice Joe, de 77 años, a PEOPLE.
Cuando se le pregunta si Joe se siente afortunado de que su madre haya vivido tanto, dice: «Es increíble».
Hace unas cuatro semanas, Roberta fue hospitalizada durante tres días por una neumonía y ya está recuperada. «Un poco de antibióticos, un poco de oxígeno y salió del hospital», dice Joe.
Añade Van Susteren: «Ella estaba en perfecto estado de salud hoy. Para tener 108 años, está muy bien para su edad»
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Después de que Roberta sufriera un derrame cerebral hace algo más de 10 años, Joe se trasladó para cuidarla. «Joe la ejercita todos los días», dice Van Susteren, «para asegurarse de que está fuerte».
Su hijo dice que su régimen incluye guiarla para que se ponga de pie, se enderece y haga elevaciones en la silla -donde se sienta en una silla y luego se pone de pie y vuelve a bajar 10 veces.
Roberta ha sobrevivido a dos de sus tres hijos: John, que murió a los 81 años de cáncer cerebral en 2018 y su hija Sandy, que según Joe murió en noviembre de mesotelioma. Tenía 85 años.
Meghan compartió sus propios deseos de cumpleaños, tuiteando:
«Feliz 108 cumpleaños a mi nana Roberta. Eres nuestra matriarca. Completamente sin edad, clásica, encantadora, fuerte, inteligente, sarcástica, irreverente y todas las cosas que amo en este mundo. Estamos muy agradecidos por ti.»
En The View el viernes, cuando se le preguntó si Roberta ha compartido su secreto para una larga vida, Meghan recordó que su abuela dijo «su sentido del humor».»
«La gente siempre me pregunta si está con ella», dijo Meghan. «Ella ve el programa, hablamos de política y de la vida. Y ella es simplemente increíble … ella ama la vida. Y es simplemente increíble – 108.»
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Hablando con PEOPLE, Joe dijo que esperaba tener los genes de longevidad de su madre. (Su hermana gemela idéntica, Rowena, murió a los 99 años en 2012.)
¿Podría ser su dieta? Van Susteren se ríe.
«Acabamos de comer pastel y café»
«es el omnívoro por excelencia», dice Joe. Esto incluye comer dulces.
Los festejos de cumpleaños continuarán el sábado con un almuerzo en la fina vajilla de Roberta en su casa con amigos cercanos. El chef de The Georgetown Inn preparará la comida.
Cuando Joe piensa en lo que más aprecia de su madre, dice que son «todas las cosas que sabe, y es muy despierta y siempre se interesa por las cosas.»
Roberta, conocida por su elegancia y espíritu aventurero, viajó por todo el mundo con Rowena, saliendo a la carretera durante meses conduciendo por multitud de países.
Se negó a que la edad se convirtiera en una barrera.
En 2005, en Francia, cuando a Roberta y Rowena les dijeron que no podían alquilar un coche porque entonces tenían más de 90 años, Roberta compró un BMW rojo, lo condujo por todo el continente y luego lo envió de vuelta a América.
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Otra escapada con un vehículo ocurrió en 2003, cuando Roberta condujo el Chevy Beretta de Joe a través del país. Más tarde confesó que le pusieron una multa por ir a 112 millas por hora en Arizona, donde John era entonces senador.
«Lo malo es que el policía mira su apellido, no la reconoce en absoluto, ella paga la multa y se va de puntillas del estado», recuerda Joe. «Si la policía la hubiera reconocido, habría salido en todos los periódicos de Arizona».
Después de la muerte de su marido, el almirante de la Marina John S. McCain Jr. en 1981, los viajes aliviaron el dolor de Roberta. Se fue a Europa «para salir de su depresión, viajaba dos veces al año y compraba de todo», dice Joe.
Así que cuando llega su cumpleaños, «le digo a todo el mundo: ‘Nada de regalos’. «
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