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Las Catacumbas de los Capuchinos en Palermo, Sicilia, albergan 8000 cuerpos momificados. Uno de los últimos cadáveres admitidos en las catacumbas es la momia de Rosalía Lombardo, que se cree que murió de una infección bronquial/neumonía. Nació el 13 de diciembre de 1918 y murió el 6 de diciembre de 1920, poco antes de cumplir dos años. Se cree que su padre era Mario Lombardo, aunque no hay documentos oficiales que lo confirmen. Según la leyenda, Mario estaba tan angustiado que contrató a un embalsamador llamado Alfredo Salafia para preservar a Rosalía para la eternidad. El cadáver fue inyectado con un líquido para matar las bacterias y los hongos, desecar el cuerpo sin secarlo en exceso y darle rigidez.
No se conocen fotografías de Rosalía en vida. Las primeras fotos de la momificación muestran a una Rosalía muy realista. Sin embargo, el tono de su piel se ha ido decolorando con el paso de las décadas, probablemente debido a los efectos perjudiciales de las fuentes de luz, lo que también ha cambiado el color de su pelo a rubio (nació morena).
Esta pequeña bella durmiente cuyo pelo está adornado con una cinta amarilla descansa bajo una manta de seda descolorida en un ataúd de cristal. El ataúd, que ha sido sellado herméticamente dentro de un recinto de cristal lleno de gas nitrógeno para evitar la descomposición, está sentado sobre un pedestal de mármol en una pequeña capilla. En su pecho hay un talismán descolorido que muestra un querubín sosteniendo un cordero que representa la pureza y la inocencia.
A lo largo de los años se especuló con que la momia de Rosalía Lombardo se había descompuesto y había sido sustituida por una reproducción de cera. El ataúd de Rosalía fue sometido a una radiografía para un documental del Canal de Historia en la década de 2000. La radiografía reveló que la estructura del esqueleto y los órganos internos seguían intactos. Su cerebro se había reducido en un 50% debido al proceso de momificación.
Nadie había mirado nunca debajo de la manta que cubre el cuerpo de Rosalía desde que fue sellada dentro de su ataúd. Cuando National Geographic realizó una resonancia magnética para producir las primeras imágenes en 3D del cuerpo momificado de Rosalía en 2009, mostró sus brazos descansando a los lados. La resonancia magnética también confirmó que todos sus órganos estaban intactos.