Q: Después de muchas pruebas, incluyendo una resonancia magnética y una ARM, me dijeron que tenía una masa detrás del ojo derecho. Me diagnosticaron provisionalmente una varix orbital. Mis síntomas incluyen una sensación de plenitud en la frente, opresión en el ojo y en la parte superior de la nariz y, en ocasiones, la sensación de que el ojo es empujado hacia la parte posterior de la cabeza. No tengo ningún dolor real y mi vista no se ve afectada; sin embargo, me siento incómodo y no recibo ningún tratamiento ni medicación. ¿Quién podría hacer un diagnóstico definitivo y se puede tratar la varix orbital?

A: Una varix orbital es similar a una vena varicosa. Una vena en la cuenca del ojo (órbita) se llena de sangre, haciendo que se agrande más allá de su diámetro normal. El exceso de sangre en la vena distendida hace que el ojo sobresalga y provoca los síntomas que usted menciona. Normalmente, la vena se llena cuando una persona se agacha o se esfuerza. Cuando el exceso de sangre sale de la vena, los síntomas desaparecen.

Su médico puede sospechar de la existencia de una várice orbital si usted tiene antecedentes de dolor o protrusión del ojo cuando hace un esfuerzo, como cuando levanta un objeto pesado. Por lo general, el médico puede hacer un diagnóstico definitivo de la varix orbital mediante pruebas de imagen, como la tomografía computarizada, la resonancia magnética (RM) o la ecografía Doppler con flujo de color. Las pruebas suelen realizarse con y sin una maniobra de Valsalva. Un ejemplo de maniobra de Valsalva es cuando se intenta exhalar con fuerza sin dejar escapar el aire. El agrandamiento de la vena se mostrará durante la maniobra de Valsalva.

Muchas veces, el mejor tratamiento para la várice orbital es evitar las actividades que provocan los síntomas. Sólo un pequeño porcentaje de los afectados por la varix orbital requiere tratamiento adicional. Sin embargo, con el tiempo, los síntomas pueden empeorar en algunas personas. Si el tratamiento es necesario, la cirugía puede ser una opción. Una técnica que puede utilizarse, denominada embolización, consiste en reducir el flujo sanguíneo a la vena inyectando en ella un compuesto pegajoso (cianoacrilato), seguido de una intervención quirúrgica para extirpar la vena que se acaba de embolizar.

La cirugía detrás del ojo puede ser técnicamente difícil porque muchos nervios, músculos oculares y vasos sanguíneos se concentran en un espacio reducido. La lesión de cualquiera de ellos podría provocar la pérdida de visión, visión doble, un párpado caído o un tamaño desigual de la pupila.

Para confirmar su diagnóstico, consulte a un oftalmólogo con experiencia en el tratamiento de la várice orbital. Además, discuta con su médico si la cirugía para la várice orbital es apropiada en su situación y, si es así, los riesgos y beneficios quirúrgicos.

— James Garrity, MD, oftalmología, Clínica Mayo, Rochester, Minn.

Los lectores: El selenio es un oligoelemento esencial para la buena salud. Pero, ¿puede ayudar a reducir el riesgo de cáncer de próstata?

El interés por la relación entre el selenio y el cáncer de próstata se disparó en 1996 debido a un sorprendente hallazgo en un estudio sobre el cáncer de piel. En comparación con los hombres que tomaron un placebo, los participantes masculinos que tomaron 200 microgramos (mcg) de selenio al día tuvieron un 63 por ciento menos de casos de cáncer de próstata. Dos años después, las tasas de cáncer de próstata seguían siendo un 49 por ciento más bajas que las del grupo de control.

Aunque interesantes, los resultados no son concluyentes y no abordan los posibles riesgos de los suplementos de selenio. Un pequeño estudio publicado este año indicó que tomar 200 mcg de selenio al día puede aumentar el riesgo de diabetes en un 50 por ciento.

El selenio se encuentra en alimentos como los frutos secos, las carnes, el pescado, las aves, los huevos, los productos lácteos y los cereales integrales. Normalmente, la dieta por sí sola proporciona más de la cantidad dietética recomendada de 55 mcg.

Se está llevando a cabo un amplio estudio del Instituto Nacional de la Salud en el que se analizan los beneficios y los riesgos de los suplementos de selenio y se prevé que finalice en 2013. Por ahora, los suplementos de selenio no se recomiendan como medida preventiva para el cáncer de próstata.

— Adaptado de Mayo Clinic Health Letter

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