Desde los estudiantes que estudian hasta altas horas de la noche, pasando por los padres que cuidan de sus hijos, hasta los médicos que trabajan en el turno de noche, la demanda de bebidas energéticas va en aumento y las ventas de bebidas energéticas son más altas que nunca.
Según el Centro Nacional de Salud Integral Complementaria, «junto a las multivitaminas, las bebidas energéticas son el suplemento dietético más popular consumido por los adolescentes y adultos jóvenes estadounidenses.» Los principales consumidores son hombres de entre 18 y 34 años, pero los adolescentes más jóvenes también recurren cada vez más a estas potentes bebidas.
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Las bebidas energéticas han llevado el significado de la hidratación a un nivel completamente nuevo. Los ingredientes comunes suelen incluir azúcar, cafeína o guaraná, aminoácidos y suplementos herbales. También han añadido estimulantes que pueden ser potencialmente perjudiciales para el organismo.
La cantidad de cafeína que contienen las bebidas energéticas puede ser extremadamente peligrosa para la salud. Puede provocar insomnio, dolores de cabeza, ansiedad, inquietud, nerviosismo, náuseas e irritabilidad. Y lo que es peor, puede provocar dolor en el pecho, aumento de la presión arterial, palpitaciones, mareos y trastornos gastrointestinales.
Es importante leer las etiquetas de estos productos. Ignorar los ingredientes puede suponer un peligro extremo. Sin ningún orden específico, estas son las bebidas energéticas más peligrosas.