Pactar con el diablo es un tema recurrente en la literatura universal. Sin embargo, las consecuencias de este pacto no son siempre las mismas.

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Para los ambiciosos, la vida no es suficiente. Todas las obras que podemos realizar durante nuestra vida están limitadas por nuestros cuerpos perecederos. Desde el momento en que nacemos, iniciamos un lento proceso de decadencia del que no hay retorno. Durante la infancia, no somos conscientes de los límites de nuestra vida. Creamos expectativas para el futuro, esperando o incluso asegurando que podremos alcanzar todas nuestras fantasías y que nuestra existencia será totalmente gloriosa. Con el tiempo, una vez que nos convertimos en una especie de adultos maduros, luchamos por la vida con la intención de alcanzar, al menos parcialmente, uno de nuestros sueños más salvajes, a veces con éxito y otras veces con fracaso. En cualquier caso, el resultado es siempre el mismo: nunca estamos satisfechos. Nos esforzamos por conseguir las cosas que anhelamos y deseamos, y una vez que las conseguimos, no sentimos más que decepción. Pero, ¿hay algo que pueda satisfacernos de verdad? ¿Qué es lo que queremos conseguir?
Quizás, lo que exactamente queremos romper son los límites de nuestra mortalidad. En el folclore y la literatura podemos encontrar ejemplos de historias en las que personajes ambiciosos venden su alma al diablo para conseguir sus deseos más profundos: dinero, belleza, fama o riqueza.
Sin embargo, el Señor de las tinieblas es una fiesta con la que no hay que meterse. Los ambiciosos que hacen pactos con el diablo siempre fallan al leer la letra pequeña. Nadie puede engañar al diablo, y te equivocas si crees que vender tu alma no tendrá consecuencias. Los siguientes libros retratan las historias de algunos de estos hombres insaciables que trataron de engañar al mismísimo Satanás con tal de saciarse.

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Fausto (1832), Johann Wolfgang von Goethe


Durante el Renacimiento alemán, un erudito, alquimista y mago llamado Johann Georg Faust fue acusado por la Iglesia Católica de ser un blasfemo aliado con el diablo. Por ello, los alemanes decían que el hombre había vendido su alma a Satanás, lo que inspiró la obra de Christopher Marlowe La historia trágica del doctor Fausto. A finales del siglo XIX, Goethe revivió la leyenda a través de un libro que se considera mundialmente como la piedra angular del movimiento romántico. En el libro de Goethe, Fausto vende su alma a Mefistófeles a cambio de un conocimiento infinito, porque afirma que así podrá satisfacer su búsqueda de conocimiento. Sin embargo, debido a la picardía del demonio, al final del primer libro Fausto termina en una relación lujuriosa que sólo le causa dolor y mayor soledad de la que jamás había experimentado.

Los elixires del diablo (1815), E.T.A. Hoffmann


Otro romántico alemán, la ficción de Hoffmann está hecha con ese mismo material de esos blogs de miedo que no te dejan dormir. En Los elixires del diablo, Medardus, un joven monje capuchino, recibe el encargo de custodiar las reliquias de su convento. Entre ellas se encuentra el elixir del diablo, una poción que hará que la persona que la beba pertenezca al diablo. Medardus se siente demasiado tentado por el elixir y lo bebe, sólo para descubrir que lo necesita para seguir siendo racional. Después de hacerlo, es enviado a Roma, donde inesperadamente lanza a un conde desde un balcón, que en realidad es su hermanastro. Poco sabe que este hombre se convertirá más tarde en su propio doppelgänger lunático, que se cruzará en su camino y le arrebatará todo lo que aprecia, incluido su propio sentido del yo.

RelaciónEl filósofo que creó una religión después de conocer al diablo

«La apuesta» (1889), Antón Chéjov


La historia de Chéjov da un dulce giro al habitual pacto con el diablo, pues profundiza en el aspecto judicial del mismo. Un banquero y un abogado debaten sobre qué es peor, la cadena perpetua o la pena de muerte. El banquero hace el papel de diablo, y le apuesta al abogado que no puede vivir aislado más de quince años. Por lo tanto, el abogado acepta regalar quince años de su vida sólo para probar su punto. Sin embargo, después de aislarse, el abogado se dedica al estudio de las artes y las ciencias. Mientras tanto, el banquero va perdiendo poco a poco su fortuna y acaba dándose cuenta de que no podrá pagar la apuesta. El abogado, sin embargo, abandona la celda justo antes del vencimiento de la apuesta, porque ha perdido el interés por los bienes materiales a lo largo de sus años de aislamiento.

«El joven Goodman Brown» (1835), Nathaniel Hawthorne


Goodman Brown es un joven recién casado que, mientras pasea por el bosque, se encuentra con un hombre que le recuerda a su abuelo. Camina con él por la noche, y acaba encontrando un claro donde parece haber una especie de ritual para adorar al Diablo en el que participan él y su mujer. Al despertar sacudido al día siguiente, no sabe si lo que vio la noche anterior fue real o fantasía, pero esto le hace sospechar de todos los que le rodean, lo que le deja en la miseria hasta su muerte.

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«El diablillo de la botella» (1891), Robert Louis Stevenson


Keawe, un pobre joven hawaiano, compra una botella a un anciano que le dice que tiene un genio dentro que le concederá cualquier deseo. Sin embargo, hay una trampa: el dueño debe vender la botella siempre a un precio inferior al que le costó, y tiene que venderla antes de su muerte si no quiere que su alma acabe en el infierno. Pronto, Keawe desea que su vida se llene de riquezas, pero todas ellas llegan al precio de maldecir a su familia y traer la enfermedad a su vida.

Peter Schlehmil (1814) Adelbert von Chamisso


En el relato de Chamisso, Peter Schlehmil se encuentra con el diablo y le vende su sombra a cambio del saco de Fortunatus, una bolsa que repone perpetuamente todo el oro que se extrae de ella. Schlehmil hace este trato creyendo que puede vivir perfectamente sin su sombra, pero poco a poco se da cuenta de que ninguna sociedad aceptará a un hombre tan diferente de los demás. Tras esto, se resigna a una vida de reclusión y estudio.

¿Has pensado alguna vez en hacer un pacto con el diablo para conseguir lo que más deseas? Qué sería?
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