Los orígenes de los tsunamis
Las olas de los tsunamis se originan con la ocurrencia de un movimiento vertical contundente que hace que la columna de agua caiga o suba repentinamente, comparable a la ola que se forma cuando una mano se sumerge bruscamente en el agua. Los tsunamis suelen ser provocados por terremotos que resultan del movimiento de las placas continentales. Sin embargo, si las placas continentales simplemente se deslizan horizontalmente una contra otra sin que una de ellas sea empujada por encima de la otra, la columna de agua suprayacente no recibe el fuerte impulso vertical necesario para crear una ola de este tipo. Pero si las placas se elevan o descienden una respecto de la otra, la superficie del agua se eleva o desciende en consecuencia, produciendo un tsunami. Este tipo de movimientos se producen con mayor frecuencia en las proximidades de las zonas de subducción, donde una placa continental se hunde bajo otra.
La formación de un tsunami, por tanto, no depende necesariamente de la intensidad de un terremoto. Se han medido terremotos con magnitudes de 8 o 9 que no han desencadenado tsunamis. Por el contrario, se sabe que terremotos relativamente débiles han producido grandes tsunamis.
En la actualidad, se están aplicando modelos informáticos sofisticados para intentar comprender mejor las características especiales de los terremotos que son particularmente relevantes para el desarrollo de los tsunamis.
A diferencia de las olas en la superficie del agua, que son producidas por el viento, una ola de tsunami implica un movimiento a través de toda la columna de agua de forma continua desde el lugar de su origen. A grandes profundidades puede propagarse sin obstáculos, y a una profundidad de 5000 metros puede alcanzar velocidades de hasta 800 kilómetros por hora. El carácter de su propagación puede describirse con cierta seguridad utilizando modelos matemático-físicos de olas.
Pero cuando la ola encuentra un talud continental o la costa, su avance se ve frenado, lo que hace que se eleve verticalmente. El desarrollo del tsunami a partir de este punto depende de la forma de la costa y es mucho más difícil de describir matemáticamente. Por lo tanto, es casi imposible predecir con exactitud la altura de las olas cuando tocan tierra.
Antes de que un tsunami llegue a una costa, el agua allí se retira inicialmente. Esta secuencia de retroceso del agua y oleaje también puede observarse en el movimiento normal de las olas en una playa, aunque este movimiento es, por supuesto, significativamente menor.