Durante más de 30 años, Jiménez produjo un cuerpo de trabajo consistente informado por sus habilidades artesanales altamente desarrolladas, el conocimiento de la historia del arte y su propia ubicación en el tiempo. Jiménez era conocido por sus grandes esculturas de fibra de vidrio policromada, generalmente de temas hispanos y del suroeste. Sus obras eran a menudo controvertidas y eminentemente reconocibles por sus temas y por las brillantes y coloridas superficies onduladas que Jiménez empleaba. John Yau observa que una de las razones subyacentes de que sus esculturas públicas hayan sido controvertidas es que sigue sacando a la luz lo que se ha pasado por alto; sigue recordándonos que nuestra historia se compone de muchos puntos de vista, de muchas historias y relatos. Una reexaminación del contexto y el propósito de la escultura pública y el hacer (escribir) y rehacer (reescribir) las historias no contadas y los mitos populares sobre la formación del continuamente cambiante Oeste americano.
Jiménez estaba influenciado por los murales de José Clemente Orozco y Diego Rivera. Era un artista muy contemporáneo cuyas raíces estaban en el arte pop, tanto como en el modernismo de los muralistas mexicanos y el regionalismo de Benton y Grant Wood. Las esculturas heroicas eran el fuerte de Jiménez, pero su arte estaba destinado al pueblo. Orgulloso de su herencia chicana y de su origen obrero, defendía al hombre común en su obra. Trabajar en el taller de su padre, fabricando carteles de neón, así como la cultura de los coches lowrider, con carrocerías de fibra de vidrio brillantemente pintadas, fueron también influencias artísticas. Encuentra sin reparos sus imágenes en los estereotipos y los magnifica en una especie de celebración. Lo que hace que la escultura de Jiménez cobre vida, lo que la hace escultural, y que también da vida a las cabezas olmecas, a las serpientes aztecas, a las estatuas de Rodin y a los tótems de David Smith, es el movimiento.
En 1993, Jiménez recibió el Premio del Gobernador de Nuevo México a la Excelencia en las Artes. En 1998 recibió el premio Distinguished Alumni de la Universidad de Texas en reconocimiento a su trabajo artístico.
La hija mayor de Jiménez vive en Nueva York, donde crea diseños de moda. Su hija Elisa es artista multimedia y diseñadora de moda y fue concursante en la cuarta temporada de la serie de telerrealidad de Bravo Project Runway.