Tensiones del Retináculo
Los retináculos son como bandas elásticas que sostienen los tendones en su lugar y los mantienen ubicados en su surco o ubicación específica. Los tenemos en articulaciones que requieren movimiento pero necesitan mantener los tendones y músculos en su sitio funcionando correctamente. El más conocido es el retináculo flexor de la muñeca que está indicado en el síndrome del túnel carpiano. Los tendones de los músculos que trabajan en la mano pasan todos por este canal que los mantiene contenidos y fuera del camino mientras la muñeca se mueve.
Hay dos estructuras que ayudan a mantener los tendones de los peroneos en su lugar en el maléolo lateral (protuberancia ósea en el exterior) del tobillo, conocidas como Retináculo Peroneo. Se dividen en bandas superiores e inferiores (por encima y por debajo) que se unen desde el maléolo hasta el calacáneo (talón del pie). La estructura inferior es una prolongación del ligamento cruzado del pie que atraviesa el arco en la cara dorsal (superficie superior = piensa en la aleta dorsal de un delfín) del pie. El retináculo peroneo mantiene los músculos en su sitio y se desplaza por detrás del maléolo lateral óseo. Si estos músculos se salen de su sitio, esto se conoce como sublaxitud peronea y crea inestabilidad y falta de movimiento en eversión, así como incapacidad para mantenerse en pie.
Otro término que puede referirse a esta estructura es el ligamento anular de los dedos del pie. Anular significa ‘con forma de anillo’ y hay muchos ligamentos anulares en el cuerpo en el codo, el hombro, los dedos, los dedos de los pies e incluso en la tráquea. Se refiere a la estructura en un nivel mucho más amplio como la amplia vaina que encierra toda la zona media del pie en un vendaje de apoyo.
Esta lesión suele diagnosticarse erróneamente como una distensión/esguince lateral de tobillo. Se presenta de forma similar con eversión y debilidad en el tobillo pero los ligamentos implicados no son los ligamentos talofibulares/calcaneofibulares que actúan directamente sobre la articulación del peroné y el calcáneo. La diferencia entre un retináculo y un ligamento es que el retináculo no une hueso con hueso sino que mantiene los tendones/músculos en su sitio. En este caso, después de recuperarse del dolor y la inestabilidad iniciales de una lesión, el cliente puede seguir presentando un tobillo con «chasquidos» en el que la debilidad y la incapacidad de rendimiento se mantienen. La distensión del retináculo requiere enfoques ligeramente diferentes y podría requerir una intervención quirúrgica para su reimplantación. Aunque no es tan grave como la rotura/deformación del ligamento, los síntomas son similares y la función normal del tobillo no puede conseguirse sin rehabilitación.
Así que, como puede ver, hay un número de componentes diferentes y variados de problemas que pueden presentarse con problemas laterales del pie. A veces estos problemas pueden ser menores y sanar en 2-3 semanas, pero a veces requieren un tratamiento más agresivo, rehabilitación y cuidado. Un diagnóstico sucinto es siempre lo mejor y entender exactamente qué tipo de lesión se tiene puede afectar a menudo a la forma de enfocar la recuperación. Es fundamental realizar una evaluación correcta y comprender las complejidades de cada síntoma puede ayudarle a enfocar y, en última instancia, a recuperarse de una lesión, ya sea mayor o menor.