Por si no se nota en mi imagen de perfil, soy fan de Iron and Wine. Sam Beam es uno de mis músicos favoritos, quizás de todos los tiempos. Hace algo más que escribir canciones pegadizas. Es un contador de historias con una voz conmovedora y dolorosa que me hace sentir algo con cada canción.
Realmente no hay una canción de Iron and Wine que no me guste, pero hay canciones que me gustan más que otras. Estas son algunas de mis favoritas.
Dos mirlos hambrientos
La primera línea de esta canción es «amantes acostumbrados a la tragedia». Eso realmente establece el tono de toda la canción. La voz de Sam es sombría y dolorosa, pero la guitarra que le acompaña tiene un efecto prácticamente tranquilizador. Me hace pensar en una relación que simplemente no puede funcionar, por mucho que lo deseen, y dejarla ir es doloroso.
Sueño de fiebre
Esta es otra canción triste, pero Sam Beam no deja que un estado de ánimo repetitivo haga que todas sus canciones suenen igual. A diferencia de la anterior, esta parece tratar sobre un ser querido perdido. El narrador ve al ser querido en momentos de «sueño febril», y podemos sentir la pérdida en su voz.
Bitter Truth
Mientras que la primera canción parece ser sobre una relación que se rompió y los sentimientos de tristeza que le siguen, esta podría ser el futuro del narrador después de ese momento. El narrador sabe que lo que vino al pasado fue malo, y ha aceptado las pruebas/tribulaciones y sabe que pasa a cosas mejores.