Diagnóstico de la mialgia tensional del suelo pélvico
Si sospecha que tiene mialgia tensional del suelo pélvico o experimenta alguno de los síntomas enumerados aquí, es importante que acuda a su médico. Su médico primero revisará sus síntomas y su historial médico, y luego le hará un examen pélvico. En cuanto a su historial médico, comprobará cosas como:
- Embarazos anteriores
- Infecciones del tracto urinario (ITU) anteriores
- Cistitis intersticial
- La facilidad con la que defeca
Una vez que su médico haya realizado el examen inicial, le citará de nuevo para comprobar el control y las contracciones de los músculos pélvicos. Hay dos formas de hacerlo:
- Examen interno: se introduce un perineómetro (un pequeño sensor) en la vagina o el recto para medir las contracciones musculares de la pelvis.
- Electrodos externos – Se colocan electrodos en el perineo (la zona de piel entre el ano y la vagina) para detectar la contracción y relajación voluntarias de los músculos pélvicos.
- Manometría anorrectal – Prueba que mide la presión, la coordinación y la fuerza muscular de los esfínteres anales.
- Prueba de uroflujo – Prueba para determinar la facilidad con la que se puede vaciar la vejiga.
- Proctograma de defecación – Se administra un enema líquido espeso y se visualiza en una grabadora de vídeo de rayos X, que registra el movimiento de los músculos al defecar.
Tratamiento
Nuestros médicos centran sus esfuerzos de tratamiento y prevención en aliviar el dolor y prevenir los espasmos musculares. Las opciones de tratamiento de la mialgia del suelo pélvico incluyen:
- Fisioterapia: Los fisioterapeutas pueden enseñarle estrategias, como los ejercicios de Kegel, para fortalecer y relajar los músculos del suelo pélvico. Nuestros terapeutas también utilizan el calor, la terapia de frío y el masaje para aliviar los síntomas.
- Masaje: Su proveedor aplica presión internamente a los músculos del suelo pélvico, ya sea a través de la vagina o del recto.
- Medicación: Los medicamentos tomados por vía oral, incluidos los antiinflamatorios no esteroideos, los analgésicos, los antidepresivos y los relajantes musculares, pueden aliviar los síntomas. Las inyecciones de medicamentos analgésicos o de toxina botulínica (Botox) también pueden proporcionar alivio.
- Estimulación eléctrica: Algunas personas encuentran alivio con la estimulación nerviosa eléctrica transcutánea (TENS), un tratamiento que administra pequeños impulsos eléctricos a los nervios.
- Biorretroalimentación: Esta terapia utiliza señales visuales o sonoras para ayudarle a aprender a relajar los músculos del suelo pélvico a demanda.
- Modificaciones del estilo de vida: Sumergirse en un baño caliente o sentarse en cojines puede aliviar la tensión pélvica y prevenir los espasmos.
Puede llevar algún tiempo encontrar el tratamiento o la combinación de tratamientos que sea más eficaz. Nuestro atento equipo de Dignity Health trabajará con usted para crear un plan de tratamiento que se adapte a su estilo de vida y alivie sus molestias.
Preparación
Al prepararse para su consulta inicial, debe estar preparado para hablar de sus síntomas y su historial médico. Aunque pueda sentirse avergonzado al hablar de su enfermedad, cuando está con su médico, se encuentra en un lugar seguro. Su médico sólo quiere ayudarle a mejorar.
También debe estar preparada para un examen pélvico, lo que significa que debe intentar programar su cita cuando no esté menstruando. Lo mismo puede decirse de cualquier prueba, que es la única preparación necesaria. Tampoco necesita hacer ninguna preparación especial para las opciones de tratamiento que tiene a su disposición.
Recuperación
En muchos casos, se puede lograr una recuperación completa de la mialgia por tensión del suelo pélvico. Sin embargo, pueden pasar muchas semanas o meses de toma de medicamentos y fisioterapia antes de ver una mejora de los síntomas. Además, es posible que tenga que abstenerse de realizar actividades físicas extenuantes, como levantamiento de pesas o saltos, que ejerzan presión sobre el suelo pélvico.
La información contenida en este artículo tiene únicamente fines educativos y no debe sustituir el asesoramiento de su proveedor de atención médica.