¿Qué es la neuropatía periférica?

La neuropatía periférica es el daño de los nervios periféricos. Los nervios periféricos son los que van a los brazos y las piernas. Cuando los nervios están dañados, no funcionan correctamente. Las personas con neuropatía periférica tienen una sensibilidad reducida o anormal en los dedos de los pies y de las manos. A veces, también desarrollan problemas para mover estas partes del cuerpo.

Causas

En los Estados Unidos, la causa más común de la neuropatía periférica es la diabetes. Según la Asociación Americana de la Diabetes, entre el 60 y el 70 por ciento de las personas con diabetes desarrollarán una neuropatía a lo largo de su vida.

Otras causas de la neuropatía periférica son:

  • Ciertos medicamentos, incluidos algunos fármacos de quimioterapia.
  • La herencia. Algunas personas tienen antecedentes familiares de neuropatía periférica.
  • Edad avanzada. La neuropatía periférica es más común a medida que las personas envejecen.
  • Artritis. Cierto tipo de artritis, especialmente la que afecta a la espalda, puede causar neuropatía periférica.
  • Alcoholismo. Según la Biblioteca Nacional de Medicina de EE.UU., hasta la mitad de los consumidores habituales de alcohol a largo plazo desarrollan una neuropatía periférica.
  • Trastornos neurológicos. Ciertos trastornos neurológicos, como la espina bífida y la fibromialgia, están asociados a la neuropatía periférica.
  • Lesiones. Las lesiones agudas de los nervios periféricos también pueden causar neuropatía periférica.

Síntomas

Los síntomas más comunes de la neuropatía periférica incluyen ardor, entumecimiento, hormigueo, o dolor punzante o agudo en los dedos de los pies y/o de las manos. Cualquier cambio en la sensibilidad de los dedos de las manos o de los pies puede ser un síntoma de neuropatía periférica. Asegúrese de informar a su médico de cualquier sensación anormal. Esas sensaciones pueden ser el primer signo de otro problema, como la diabetes.

Cuidados en el hogar

Si tiene una neuropatía periférica, es importante que se inspeccione los pies regularmente. Dado que la disminución de la sensibilidad puede desarrollarse con el tiempo, es posible que no note una lesión o infección. Una persona con diabetes y neuropatía periférica con pérdida de sensibilidad protectora, por ejemplo, podría pisar una tachuela sin darse cuenta. Inspeccione regularmente sus pies para poder notar cualquier lesión o infección y busque la atención médica adecuada cuando sea necesario.

Si no puede inspeccionar adecuadamente sus propios pies, pida a un familiar o amigo que le ayude o utilice un espejo. Es absolutamente esencial que cualquier lesión sea detectada y tratada rápidamente. De lo contrario, puede desarrollarse y progresar una infección.

Las personas con neuropatía periférica deben llevar un calzado adecuado y evitar caminar descalzas para evitar lesiones. Si tiene diabetes, también es importante que controle su nivel de azúcar en la sangre, ya que un nivel de azúcar en la sangre fuera de control provoca un mayor daño a los nervios. Tome la insulina o la medicación según lo prescrito y siga la dieta recomendada.

Todas las personas con síntomas de neuropatía periférica de los pies deben acudir a un podólogo. Los podólogos son médicos especialmente formados para preservar la salud de los pies.

Diagnóstico y tratamiento

Un podólogo, un médico de familia, un internista o un médico especializado en diabetes pueden diagnosticar la neuropatía periférica. El diagnóstico se hace sobre la base de un examen físico, el historial de salud y su informe de síntomas. El médico puede solicitar un análisis de sangre para comprobar el nivel de azúcar en la sangre, ya que los niveles elevados de azúcar en la sangre y la diabetes son una causa importante de neuropatía periférica.

No se conoce ninguna cura para la neuropatía periférica. El objetivo de los tratamientos es ralentizar la progresión de la enfermedad, mantener la salud de los pies y disminuir el dolor (si lo hay) y mejorar la calidad de vida.

El podólogo puede recetar medicación oral para ayudar con los síntomas. También realizará una revisión exhaustiva de los pies para buscar cualquier lesión o infección y le enseñará a hacer lo mismo. El podólogo también le enseñará a cuidar sus pies en casa. Las personas que padecen una neuropatía periférica deben someterse a un examen de los pies por parte de un podólogo al menos una vez al año.

Prevención

Una dieta saludable, el aumento de la actividad física y el buen control de los niveles de azúcar en sangre, junto con las visitas periódicas a su podólogo, pueden ayudar a evitar complicaciones de la diabetes como la neuropatía periférica.

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