En la víspera de Año Nuevo, muchas ciudades de todo el mundo darán la bienvenida al nuevo año iluminando el cielo con un deslumbrante despliegue de pirotecnia, una maravilla de la química que se remonta a la antigua China.
En China, alrededor del año 600 al 900 d.C., los primeros fuegos artificiales conocidos crepitaron en el cielo. Creados originalmente para ahuyentar a los espíritus malignos, los alquimistas chinos fabricaban estas luces luminosas combinando salitre (nitrato de potasio, un tipo de conservante alimentario), carbón vegetal, azufre y otros ingredientes, creando una versión primitiva de la pólvora. Cuando se arrojaba al fuego, la mezcla explotaba con un fuerte estallido.
Por el camino, las muestras de pólvora china y las fórmulas químicas utilizadas para fabricar fuegos artificiales empezaron a extenderse por la Ruta de la Seda hasta llegar a los países europeos y de Oriente Medio, que utilizaban los fuegos artificiales para marcar los compromisos militares y las celebraciones festivas.
Las explosiones de colores más parecidas a las que vemos hoy en día en nuestros fuegos artificiales llegaron en la década de 1830, cuando los inventores italianos añadieron metales como el estroncio, para hacer fuegos artificiales rojos, y el bario, para hacer fuegos artificiales verdes. A partir de entonces, los fuegos artificiales adquirieron luces y colores totalmente nuevos.
Hoy en día, la típica mezcla de fuegos artificiales consiste en combustible, un oxidante para proporcionar el oxígeno necesario para la combustión y cloruros metálicos, que contienen el ion cloruro que ayuda a crear los colores. Varios elementos químicos producen una gran variedad de colores, como:
- El sodio, como se encuentra en la sal común, crea un fuerte color amarillo
- El cobre crea el azul
- El litio y el estroncio producen el rojo
- El bario se utiliza para hacer el verde
- El elemento calcio crea el naranja
Preguntas comunes sobre los fuegos artificiales:
¿Quién regula los fuegos artificiales?
En Estados Unidos, la Comisión de Seguridad de los Productos de Consumo (CPSC) regula los fuegos artificiales bajo la Ley Federal de Sustancias Peligrosas. Para proteger la salud pública, la CPSC prohibió la venta de los fuegos artificiales más peligrosos, como los M-80 y las bombas de cereza, en la década de 1960.
¿Qué contienen las bengalas de mano?
Una bengala es un tipo de fuegos artificiales de mano que arde lentamente y emite llamas de colores, chispas y otros efectos. Las bengalas suelen estar hechas de un hilo metálico recubierto con una mezcla de perclorato de potasio, titanio o aluminio y dextrina. El aluminio o el magnesio también ayudan a crear ese conocido resplandor blanco.
¿Son seguros los fuegos artificiales?
Los fuegos artificiales son sinónimo de las celebraciones de Año Nuevo y del Día de la Independencia. Sin embargo, según la CPSC, la emoción de los fuegos artificiales también puede provocar lesiones. Una media de 250 personas acuden a urgencias cada día con lesiones relacionadas con los fuegos artificiales en el mes que rodea a la festividad del 4 de julio.
La CPSC aconseja que los padres supervisen de cerca el uso de cualquier tipo de fuegos artificiales y añade la advertencia de que las bengalas no deben ser manipuladas por niños pequeños.
¿Contaminan los fuegos artificiales el medio ambiente?
Algunos fuegos artificiales pueden contaminar el medio ambiente con restos y humo. Los científicos pirotécnicos ya han empezado a abordar algunos de estos problemas, encontrando nuevas formas de fabricar fuegos artificiales más respetuosos con el medio ambiente, como la creación de compuestos que utilizan materiales ricos en nitrógeno o nitrocelulosa que producen menos humo.