Desde su creación, el partido tuvo fuertes vínculos con el régimen militar que gobernó Panamá desde el golpe militar de 1968. La mayoría de sus miembros se identificaban con la política social de Torrijos y el legado de los Tratados del Canal firmados pocos años antes de su muerte. La presión política nacional e internacional orquestada por Torrijos contra Estados Unidos se consideraba nacionalista. A pesar de sus métodos agresivos, Torrijos es reconocido como uno de los líderes más populares que ha tenido Panamá.

Con la firma de los Tratados del Canal, Torrijos se comprometió a restaurar al menos un gobierno civil nominal en Panamá. Para ello, creó el PRD como su vehículo político, y se presentó como candidato a la presidencia en las elecciones de 1984 contra el hombre que había derrocado en 1968, Arnulfo Arias.

Con la muerte de Torrijos, el régimen militar que gobernaba el país cayó en una crisis de poder. Después de su muerte poco clara, dos generales renunciaron antes de que Manuel Noriega tomara el poder. El escenario político cambió drásticamente, y Noriega comenzó a perseguir a los políticos que se le oponían, gobernando el país mediante el miedo y el terror.

La situación del país se deterioró bajo el gobierno de Noriega. El asesinato en 1985 del disidente Hugo Spadafora generó el inicio de la agitación política que terminó en 1989 con la invasión estadounidense de Panamá.

El PRD fue manipulado por Noriega. Hubo muchos secretarios del partido, los más famosos fueron Ramito Vásquez Chambonet al principio y Darinel Espino al final. Noriega también nombró presidentes, ministerios, legisladores y otros cargos del gobierno que le eran leales. Esto creó una profunda crisis dentro del partido, que no tuvo democracia interna hasta las reformas posteriores a la invasión estadounidense.

Desde que se restableció la democracia en 1990, los políticos del PRD han reestructurado el partido aumentando la participación de los afiliados y, por primera vez, celebrando primarias para elegir a los representantes para los cargos de gobierno. Fue el primer partido de Panamá que se sometió a dicha reestructuración y fue considerado como el partido político más organizado y grande del país. La reestructuración fue dirigida por Ernesto Pérez Balladares, Francisco Sánchez, Mitchell Does, Tomás G. Duque y Gerardo González. En 1991 parte de esta plantilla se reunió con Arias Calderón, entonces vicepresidente de Panamá, para dejar claro su interés en formar una oposición política y no militar.

La elección de la candidatura presidencial del PRD en 1993 fue entre Ernesto Pérez Balladares y Alfredo Oranges, quienes obtuvieron el 66% y el 33% de los votos respectivamente. Pérez Balladares ganó las elecciones presidenciales contra Mireya Moscoso y una legislatura de mayoría perredista en 1994.

El PRD perdió las elecciones de 1999. Las diferencias entre Pérez Balladares y el candidato presidencial Martín Torrijos, quien también venció a Naranjas en la contienda presidencial interna, hicieron una oferta política poco clara para esta elección que terminó con la elección de Mireya Moscoso como presidenta y el control de la asamblea por parte del PRD.

Una vez terminadas las elecciones, el comité liderado por Pérez Balladares renunció, y Martín Torrijos fue elegido secretario. Este periodo bajo la dirección de Martín Torrijos fue gestionado por «jóvenes» que mejoraron bien. Los errores políticos del gobierno de Moscoso abrieron un camino para Torrijos, que ganó fácilmente la carrera presidencial en 2004.

En las elecciones generales de 2004, Martín Torrijos ganó la presidencia con el 47,4% de los votos, presentándose como candidato de la alianza electoral Patria Nueva entre el PRD y el más pequeño Partido Popular (PP). En las mismas elecciones, el partido obtuvo el 37,8% del voto popular y 41 de los 78 escaños de la Asamblea Nacional de Panamá.

Las primarias de 2008 fueron ganadas por Balbina Herrera (miembro de la presidencia del partido) frente a Juan Carlos Navarro. Las diferencias entre Herrera y Navarro eran tan profundas que terminaron con un partido no unificado, lo que llevó nuevamente al PRD a perder la carrera presidencial liderada por Balbina Herrera en 2009.

El comité renunció en octubre de 2009, y un nuevo comité fue elegido el 18 de octubre. Las elecciones terminaron con la elección del presidente Francisco Sánchez Cárdenas y del secretario Mitchell Does.

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