Los psicólogos son profesionales de la salud mental que han completado un mínimo de cuatro años en la universidad más la supervisión clínica. (Esto significa que trabajan bajo el mando de un supervisor y le rinden cuentas)

Los psicólogos clínicos también han completado un segundo grado universitario para poder tratar problemas de salud mental complejos y trabajar en hospitales. Los neuropsicólogos clínicos han completado una segunda titulación universitaria especializada en la evaluación de las funciones y capacidades cerebrales.

Hay muchas razones por las que podría acudir a un psicólogo. Por ejemplo, puede estar experimentando ansiedad, depresión, acontecimientos vitales estresantes o cualquier otra dificultad de salud mental. Puede que ni siquiera sepas lo que te pasa, sino que simplemente sientas que no has estado «bien» o que tu vida se ha vuelto más difícil. Un psicólogo está capacitado para realizar una evaluación detallada de tu salud mental e identificar lo que te ocurre. Si tienes dificultades en la escuela, por ejemplo, para prestar atención o mantener la concentración, puedes acudir a un neuropsicólogo clínico que te ayudará a desarrollar un plan de tratamiento individualizado para ti.

Sea cual sea el motivo por el que buscas ayuda, es importante encontrar un psicólogo con el que puedas conectar y en el que confíes. Puede que tenga que conocer a unos cuantos antes de encontrar uno que encaje con usted. Los psicólogos se especializan en diferentes áreas, por lo que uno de ellos puede remitirte a otro médico si considera que otra persona puede tratar mejor tus necesidades.

¿Cómo pido una cita?

El mejor lugar para empezar es tu médico de cabecera, que puede proporcionarte un Plan de Tratamiento de Salud Mental y remitirte a un psicólogo. Su médico de cabecera debe conocer algunos psicólogos en su zona, o puede recomendarle que llame directamente a una clínica de psicología para obtener más información sobre cómo concertar una cita. Si su médico de cabecera le remite a un psicólogo, Medicare cubrirá al menos una parte, si no la totalidad, de sus gastos.

La primera vez que visite a un psicólogo, éste debería hablarle siempre de la confidencialidad, que es su derecho a la intimidad, y básicamente significa que todo lo que hable con él será privado entre los dos.

Lo siguiente que hará un psicólogo es completar una evaluación de su salud mental, haciéndole una serie de preguntas sobre lo que está sucediendo en su vida, así como pidiendo detalles sobre sus antecedentes, su vida familiar y su historia personal. La evaluación es un primer paso importante, ya que ayudará a su psicólogo a entender lo que le preocupa y, sobre todo, cómo ayudarle. Discutirán contigo un plan para continuar, incluyendo la frecuencia con la que recomiendan que les visites y durante cuánto tiempo.

Normalmente, te recomendarán que les visites semanal o quincenalmente durante un periodo de tiempo. La duración de su tratamiento puede variar desde unas pocas semanas hasta muchos meses, dependiendo de lo que necesite. Una cita suele durar unos 50 minutos, pero a veces puede alargarse más.

¿Cuánto cuesta?

Algunos psicólogos, como los de Headspace y los centros de salud mental comunitarios, no cobran porque Medicare cubre su factura. Otros pueden cobrarle una tarifa «extra», dependiendo de la cantidad que cubra Medicare. Si acudes a un psicólogo como parte de un plan de tratamiento de salud mental (mencionado anteriormente), el psicólogo tendrá que enviar un informe a tu médico cada pocas sesiones. Puede hablar con el psicólogo sobre lo que dirá el informe. También es importante saber que un Plan de Tratamiento de Salud Mental está limitado a diez sesiones al año. Si no está seguro del coste o cree que podría tener dificultades para pagar cuando se acabe Medicare, pregunte a su psicólogo si puede recomendarle alguna otra opción.

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