Un análisis de sangre para hacer un diagnóstico es un escenario común ahora, para muchas disciplinas de la medicina. Sin embargo, la psiquiatría está muy atrasada. Sería una promesa emocionante tener un diagnóstico que sea rápido, pero fiable. En un intento de llenar el vacío, la puntuación MDD, un análisis de sangre que puede detectar la depresión clínica, fue desarrollado y presentado en la reunión anual de la Asociación Americana de Psiquiatría y más tarde fue publicado en mayo y diciembre de 2011, respectivamente.
Este análisis de sangre se ha desarrollado como una técnica de cribado y como una forma más objetiva de diagnosticar a las personas con depresión. Este modo de diagnóstico sería imparcial y valioso para aquellas personas con las que es difícil mantener una conversación . Sólo hay unos pocos análisis de sangre disponibles para la detección del Trastorno Depresivo Mayor (TDM). Sin embargo, son lentos o caros, lo que reduce sus posibilidades de convertirse en herramientas de diagnóstico viables.
Los estudios han demostrado que las personas con depresión tienen menos fosfato de etanolamina en la sangre. El análisis de ADN que se hizo para la MDD también lo ha demostrado. La llegada del análisis de sangre del nivel de fosfato condujo al diagnóstico correcto de la depresión, el 82% de las veces.
Sin embargo, la fisiopatología de la depresión indica que este trastorno afecta al metabolismo, al sistema inmunitario y al sistema nervioso, así como al hipotálamo y a las glándulas pituitaria y suprarrenal. El principal beneficio de esta herramienta sería en lugares como las comunidades rurales, donde los profesionales de la salud mental son escasos. Este fenómeno es muy frecuente en los países en desarrollo. Esto permitirá a los médicos de atención primaria tomar decisiones informadas sobre la derivación psiquiátrica de un paciente. Este análisis de sangre puede utilizarse como dispositivo de cribado que puede servir de base para la derivación a clínicos especializados en estos trastornos, así como de guía para la realización de entrevistas clínicas y para evaluar la respuesta a las intervenciones. En este sentido, este análisis de sangre puede utilizarse como una herramienta que puede ayudar a los clínicos a realizar un diagnóstico y a evaluar la respuesta de los pacientes a las intervenciones.
El diagnóstico de los trastornos psicológicos requiere un experto, para evaluar el número de síntomas subjetivos que presenta el paciente. El análisis de sangre positivo no puede sustituir esta valiosa información y, por lo tanto, debe tratarse con precaución. Los pacientes pueden ser diagnosticados erróneamente. La prueba evalúa específicamente la muestra de sangre para la depresión, pero debido a que las personas con trastornos del estado de ánimo a menudo presentan síntomas de otros trastornos emocionales (comorbilidades), es importante tener en cuenta estos trastornos cuando se realiza una evaluación clínica.
Actualmente se están realizando más estudios para mejorar y probar esta técnica de cribado. Todavía es demasiado pronto para determinar la viabilidad de este análisis de sangre como técnica de cribado eficaz para el diagnóstico de la depresión. Sin embargo, los profesionales de la salud mental están expectantes y preocupados por las implicaciones de este avance. Este diagnóstico ofrece una promesa emocionante para los pacientes, especialmente para los que tienen tendencias suicidas. Puede suponer una diferencia de vida o muerte. Un reto adicional para una puntuación de MDD en ciernes sería si puede diferenciar los subtipos de depresión. Sin embargo, el último obstáculo en el camino de su éxito sería la aclimatación de los psiquiatras a los análisis de sangre como herramienta de diagnóstico.