Manejo Quirúrgico
Se considera la posibilidad de realizar una intervención quirúrgica selectiva cuando el tamaño de la aorta supera los 5 a 6 cm o cuando la tasa de dilatación es superior a 1 cm por año. La presencia de trastornos del tejido conectivo, el tamaño corporal y otros criterios podrían modificar la decisión. La reparación del TAAA se refiere a la reparación quirúrgica de dichos aneurismas. En la actualidad existen tres técnicas quirúrgicas: abierta, endovascular e híbrida.
La reparación abierta del AAT implica la extirpación quirúrgica de una sección de la aorta y su sustitución por un injerto artificial. Se trata de una operación extremadamente extensa y complicada. Por lo general, se realiza una gran incisión que se extiende desde la parte superior de la espalda en el lado izquierdo, curvándose por debajo del omóplato, alrededor de la parte delantera del abdomen, hasta el ombligo o incluso hasta el hueso púbico. Operar la aorta implica pinzarla por etapas, por lo que a veces se utiliza una máquina cardiopulmonar para preservar el suministro de sangre y la nutrición de órganos vitales como la médula espinal, los riñones, el hígado y el intestino.
El enfoque endovascular es mucho menos invasivo. Se realizan pequeñas incisiones para acceder a los vasos sanguíneos de la ingle. Se inserta un catéter y se utiliza para desplegar una endoprótesis dentro del aneurisma.
El enfoque híbrido utiliza una combinación de estas dos técnicas. La elección de la técnica depende de la reserva fisiológica del paciente, las comorbilidades, la anatomía vascular y la experiencia del cirujano/centro tratante.