Llenamos unos frascos vacíos con polvos de talco/bebé, purpurina plateada y purpurina rosa. La purpurina la compré en Paperchase y era especialmente fina y «brillante», fantástica para el polvo de hadas, molesta para quitarla del suelo 😉
¡Cogieron los polvos con cucharas y yo hice unos rápidos embudos improvisados con papel para que pudieran verter sus brebajes en los frascos y agitarlos!
Aquí hay una pequeña foto de mamá y Cakie trabajando juntos en el polvo. Ella cogió su frasco MUY lleno e inmediatamente lo esparció por todos sus amigos «¡para hacerlos volar!»
Y como estaban en el trampolín en ese momento, técnicamente funcionó. Polvo mágico!
¡Muchos juegos imaginativos, sucios y creativos! Me encanta esta etapa de niña y la disfruto mientras dure, que conociendo a mi niña puede que no sea mucho tiempo.