Este post no es un post típico. No voy a cambiar tu vida, ni a enseñarte un nuevo truco. En su lugar, voy a arrastrarte a la madriguera del conejo…
He tenido que buscar en Google una consulta gramatical bastante árida de mi hermana hace un rato (está en proceso de volver a la universidad para estudiar enfermería y se ha vuelto algo fastidiosa con la puntuación en el proceso.
Se dirigió a mí porque su iPhone no le daba, según sus palabras, «la respuesta correcta».
Lo que quería decir es que Siri no le daba la respuesta correcta (o más bien, una respuesta presentada de la manera que ella quería). Como muchos usuarios pasivos de la tecnología la separación de la capa de dispositivo y servicio es discutible. En lo que a ella se refiere, la cosa con la que habla para obtener respuestas es la culpable, independientemente de la parte que sea.
Redacté su consulta de manera que debería obtener una mejor coincidencia (término de búsqueda de cola larga, a la vista). Abrí una nueva pestaña, fui a Google, y empecé a meter la atención en el cuadro de búsqueda.
Pero me detuve.
Antes de que pudiera terminar de escribir, ya que mi dedo acababa de dejar la última letra de la segunda palabra clave, mi atención fue arponeada por las autosugestiones.
¿Lo ves? La cuarta entrada hacia abajo, el cuarto término más buscado de «por qué usar…», menciona a Linux.
«¿Por qué usar Linux?», pregunta.
Eso fue todo; en lugar de averiguar con precisión por qué se debe usar una coma de Oxford (lo que me enviaron originalmente para encontrar una respuesta concisa) me puse todo… asqueroso e introspectivo.
¿Por qué usar Linux?
La pregunta planteada no es una que sinceramente me haga muy a menudo. La respuesta, con los años, se ha complicado. Ha crecido hasta convertirse en una bola hinchada de bandas elásticas, cada razón estirada alrededor y ahora dependiente de otra.
Pero quería responder.
Ayudándome, mi cerebro comenzó a escupir todos los sustantivos predecibles:
¿Por qué usar Linux? Por la seguridad. Por el control. Por la privacidad, la comunidad y un sentido general de propósito. Porque es rápido. ¡Porque está libre de virus! Porque ya me he acostumbrado a él. Porque, diablos, puedo darle el aspecto que quiera usando temas y widgets y CSS y extensiones y pequeñas baratijas de escritorio.
Como respuestas son todas válidas, pero están lejos de ser concisas. Son, en el mejor de los casos, viñetas que apoyan una motivación más amplia.
Y entonces me di cuenta.
No necesito luchar con nada profundo porque responder por qué usar Linux es en realidad muy, muy simple.
Subjetivo, pero simple.
Uso Linux …porque es mejor.
Es mejor que Windows 10 y su examen de pesadilla de casillas de privacidad, opt-outs y toggles ocultos. Y es mejor que macOS y su insistencia en que sólo lo ejecute en el hardware caro que venden. Es mejor que Android para ser un sistema operativo de escritorio. Es mejor que ChromeOS en ser un sistema operativo de escritorio.