Cuando la sangre llega a una superficie extracorpórea, se inicia un proceso de secado. Las propiedades de este proceso de secado pueden ser cruciales para la correcta evaluación de los lapsos de tiempo específicos de cada caso, sin embargo, hay una falta de estudios sistemáticos relativos a los tiempos de secado de la sangre. Presentamos un estudio sobre las propiedades de secado de pequeñas gotas de sangre con un tamaño estandarizado de 25 μl (que se asemejan a las gotas procedentes de objetos puntiagudos y afilados, por ejemplo, la punta de un cuchillo) en diferentes condiciones ambientales para dilucidar el efecto de las diferentes temperaturas ambientales, las superficies interiores y el tratamiento anticoagulante. Como regla general, la limpieza de una pequeña gota de sangre típica no dará lugar a una mancha macroscópicamente visible después de un período de tiempo de aproximadamente 60 minutos (tiempo(min) = 45 min; tiempo(max) = 75 min) a una temperatura ambiente media de 20 °C. La alteración de la temperatura ambiente tiene un efecto notable, ya que el tiempo necesario para el proceso de secado que conduce a la resistencia a la limpieza de las gotas disminuye a 30 min (tiempo(min)) a una temperatura ambiente de 24 °C, y se prolonga hasta >120 min (tiempo(max)) a una temperatura ambiente de 15 °C. En cuanto a los materiales de superficie de nuestro estudio, sólo se encontraron diferencias significativas en los periodos de secado entre la madera y el linóleo (percentil 80: 45 frente a 75 min). El tratamiento con anticoagulantes no influyó en los tiempos de secado extracorpóreo. En resumen, el presente estudio demuestra que la temperatura ambiente es un factor determinante en el proceso de secado de las gotas de sangre y que siempre debe documentarse de forma precisa y continua en la escena del crimen. En determinadas situaciones, una estimación del tiempo transcurrido desde el origen de la mancha de sangre puede ser importante para responder a preguntas relacionadas con el curso temporal de las acciones. Sin embargo, se necesitan más estudios sistemáticos para aclarar el efecto de otras propiedades como el tamaño de las gotas, la humedad o la evaporación.

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