14.9 Recomendaciones de proteínas en la dieta para las personas mayores
Las necesidades de proteínas en la dieta para individuos sanos de 19 años o más están definidas por la ración dietética recomendada (RDA) en 0,8 g/kg/día, que se considera adecuada para satisfacer las demandas metabólicas del cuerpo de este macronutriente. Sin embargo, este valor no tiene en cuenta las necesidades de las poblaciones que, en última instancia, pueden obtener beneficios adicionales para la salud (sobre todo para el músculo esquelético) con una mayor ingesta de proteínas en la dieta. El proceso para establecer la actual RDA de proteínas alimentarias se basa en el Requerimiento Medio Estimado (EAR); un valor de referencia para satisfacer las necesidades de aproximadamente la mitad de los individuos sanos en una etapa de la vida o grupo de género. La RDA se fija en la EAR más el doble de la desviación estándar, si se conoce, o un supuesto coeficiente de variación del 10% (por ejemplo, RDA = EAR × 1,2). La RDA es, por tanto, el valor de referencia para satisfacer las necesidades de proteínas en la dieta del 97%-98% de una población determinada. En 2002, el Consejo de Alimentación y Nutrición de EE.UU. recomendó una EAR y una RDA de 0,66 y 0,8 g/kg/día de proteínas de buena calidad, respectivamente, basándose en un metaanálisis de 19 estudios de balance de nitrógeno en individuos jóvenes, en su mayoría sanos (Rand et al., 2003). Las limitaciones del método de balance de nitrógeno para determinar las necesidades de proteínas en la dieta se revisan ampliamente en otro lugar, pero se centran brevemente en cuestiones como (i) la sobreestimación de la ingesta de nitrógeno en los alimentos y la subestimación de la excreción de nitrógeno, (ii) la relación no lineal entre la ingesta de nitrógeno y el balance en un rango de ingesta de proteínas de bajo a alto. De hecho, la aplicación de una herramienta de modelización de regresión lineal bifásica a los estudios de balance de nitrógeno reveló unas necesidades de proteínas EAR y RDA de 0,91 y 1,0 g/kg/día para adultos sanos (Elango et al., 2010). Más recientemente, se ha introducido la técnica de Oxidación de Aminoácidos Indicadores (IAAO) como herramienta alternativa al balance de nitrógeno para determinar las necesidades de proteínas en la dieta. La técnica IAAO, mínimamente invasiva, se basa en el concepto de que cuando un aminoácido indispensable es deficiente en la dieta, todos los aminoácidos restantes (incluido el AA indicador) se oxidan. Al aumentar la ingesta del AA indicador, las tasas de oxidación disminuirán (lo que indica un aumento de la ingesta de proteínas) hasta que se alcance una meseta. En consonancia con la revisión de los estudios sobre el equilibrio de nitrógeno, el uso de la técnica IAAO ha demostrado unas necesidades de proteínas EAR y RDA de 0,96 y 1,2 g/kg/día, respectivamente, en mujeres de edad avanzada (> 65 años), lo que es similar al consejo de las declaraciones de posición de los expertos (Bauer et al., 2013).
El apoyo a las recomendaciones dietéticas de proteínas alteradas respecto a los valores actuales de la RDA para los individuos de edad avanzada es evidente a través del concepto emergente de que los adultos mayores requieren una mayor ingesta de proteínas por comida para estimular al máximo el anabolismo muscular. Específicamente, mientras que 0,24 g/kg de proteína fue suficiente para estimular al máximo la síntesis de proteínas musculares en los jóvenes, se necesitaron cerca de 0,4 g/kg para provocar un efecto anabólico muscular similarmente favorable en los individuos mayores (Moore et al., 2015). Así, el suministro de 0,4 g/kg de proteínas en el desayuno, la comida y la cena equivale a 1,2 g/kg durante todo el día, o un total de 84 g de proteínas para un individuo de 70 kg. Sin embargo, cabe destacar que la respuesta anabólica muscular postprandial a los alimentos integrales ricos en proteínas es relativamente transitoria y suele durar varias horas (dependiendo de la absorción y la cinética digestiva de la fuente de proteínas ingerida). Por lo tanto, un lapso de tiempo típico de > 5 horas entre tres comidas diarias cuadradas puede requerir el consumo de bocadillos ricos en proteínas entre las comidas, para asegurar la estimulación máxima del anabolismo muscular en los ancianos (Mamerow et al., 2014).
Recientemente, Cardon-Thomas y colaboradores (Cardon-Thomas et al., 2017) estudiaron la ingesta de proteínas en la dieta de una cohorte de individuos de edad avanzada en el Reino Unido para comprender si estos individuos alcanzaban el «umbral» de ingesta de proteínas requerido de 0,40 g/kg por comida establecido por Moore et al. (2015).Sorprendentemente, solo el 3%, el 42% y el 68% de los individuos de edad avanzada alcanzaron este umbral de ingesta de proteínas en el desayuno, el almuerzo y la cena, respectivamente, a pesar de que la ingesta diaria total de proteínas superaba ampliamente la RDA actual (Cardon-Thomas et al., 2017). Del mismo modo, los patrones de consumo de proteínas en la dieta de un grupo de individuos norteamericanos (Berner et al., 2013) y holandeses (Tieland et al., 2015) de más de 50 y 75 años, respectivamente, revelaron que la mayoría de las proteínas se consumían durante la cena. Estos resultados exigen que los investigadores y los nutricionistas sanitarios adopten un enfoque más pragmático de la ingesta de proteínas en la dieta de las personas mayores, expresando posiblemente la ingesta de proteínas en función de las comidas. De hecho, estudios recientes abogan por aumentar las recomendaciones de proteínas en la dieta y promover una distribución equitativa de proteínas en todas las comidas principales y, posiblemente, en los tentempiés a mitad de las comidas en las personas mayores para mejorar la masa muscular y los resultados funcionales (Volpi et al., 2013; Houston et al., 2008; Moore et al., 2012; Murphy et al., 2016).