Hay diferentes modalidades de pruebas de ejercicio que pueden proporcionar información valiosa a los médicos sobre la aptitud y el estado cardiopulmonar del paciente y del deportista. La prueba de esfuerzo cardiopulmonar (CPX) es una forma de prueba de esfuerzo que mide el intercambio ventilatorio y de gases, la frecuencia cardíaca, el electrocardiograma y las presiones sanguíneas para proporcionar información detallada sobre los sistemas cardiovascular, pulmonar y muscular. Esta prueba permite una cuantificación precisa de la capacidad funcional/medición de la tolerancia al ejercicio, el diagnóstico de enfermedades cardiopulmonares, la monitorización de la progresión de la enfermedad o la respuesta a la intervención, y la prescripción de ejercicio y entrenamiento. La CPX mide directamente los gases inhalados y exhalados del ventilador para determinar la captación máxima de oxígeno, que refleja el uso máximo de oxígeno por parte del organismo y define los límites del sistema cardiopulmonar. La CPX es la modalidad ideal para evaluar las causas de la fatiga por esfuerzo y la disnea, especialmente en casos complejos en los que la etiología podría ser cardíaca, pulmonar o de desacondicionamiento. La tolerancia al ejercicio se ha convertido en una importante medida de resultados en pacientes con enfermedad pulmonar obstructiva crónica e insuficiencia cardíaca congestiva, así como en otras enfermedades crónicas, y es un predictor de mortalidad bien reconocido. Los atletas de edad avanzada o aquellos con condiciones médicas subyacentes podrían beneficiarse de las pruebas de ejercicio para la estratificación del riesgo y la autorización para participar, así como para ayudar a establecer sus zonas de entrenamiento y determinar sus limitaciones funcionales.