El microfleece, también llamado forro polar o simplemente vellón, es un material de lana sintética, suave y con nudos, a menudo hecho de poliéster. Fue fabricado por primera vez en 1979 por Malden Mills, ahora llamada Polartec LLC, pero la empresa no patentó el producto, con el resultado de que ahora hay muchos fabricantes diferentes de forro polar. El forro polar es cálido como la lana y tiene una apariencia similar, pero es mucho más suave, más ligero y más fácil de lavar.
Cualquier producto que se pueda hacer con lana también se puede hacer con micropolar. Se utiliza en chaquetas, gorros, pantalones deportivos, mantas y muchos otros productos. El microfleece viene en cuatro grosores diferentes: el micro es el más fino y flexible, seguido del 100, el 200 y el 300. El microfleece es también una gran alternativa para las personas que son alérgicas a la lana, o aquellas con piel sensible.
El micropolar también es hidrofóbico, o repelente al agua, lo que hace que se seque rápidamente y se mantenga caliente incluso cuando está mojado. Cuando está completamente empapado, el microfleece retiene sólo el uno por ciento de su peso en agua y sigue siendo transpirable. Sus propiedades hidrofóbicas hacen que sea bueno para eliminar el sudor, por lo que el vellón es un gran material para la ropa activa.
El vellón también tiene algunas desventajas. Dependiendo de su calidad, el micropolar no siempre es duradero. Puede ser especialmente susceptible a la formación de bolitas y a los desgarros. El vellón también genera mucha electricidad estática, lo que lo convierte en un imán para los pelos y el polvo. Tampoco es siempre a prueba de viento, aunque existen formas más densas de vellón y productos de vellón con forros a prueba de viento.
Además, aunque el vellón es fácil de lavar a máquina, puede dañarse por un cuidado inadecuado. Si se lava con agua caliente, se seca en secadora o se plancha, el forro polar puede estropearse. Si es necesario, se puede utilizar una plancha fría. El forro polar es también uno de los materiales de confección más inflamables, especialmente en comparación con las fibras naturales como la lana. Muchos productos de forro polar están tratados con un retardante del fuego para compensar esto.
Algunos creen que el microforro polar es más respetuoso con el medio ambiente que la lana porque a menudo está hecho de botellas de plástico recicladas, y es una alternativa vegana a la lana. Sin embargo, las investigaciones demuestran que el microfleece puede no ser tan respetuoso con el medio ambiente como se pensaba inicialmente. Estos estudios indican que cada lavado de la ropa de micropolar libera microfibras sintéticas de menos de un milímetro en las aguas residuales, que acaban llegando al medio ambiente, e inevitablemente a las fuentes de alimentación humana. Los expertos están estudiando actualmente para conocer los efectos de las microfibras sintéticas en el medio ambiente, y también las formas en que se podría evitar el desprendimiento de éstas durante un lavado.