Rata chinchilla, cualquiera de las seis especies sudamericanas de roedores que se asemejan superficialmente a una chinchilla pero que tienen una forma corporal más parecida a la de una rata. Las ratas chinchilla tienen extremidades cortas, ojos grandes y orejas grandes y redondeadas. Las patas delanteras tienen cuatro dígitos, las traseras cinco, y las suelas sin pelo están acolchadas y cubiertas de pequeños tubérculos que proporcionan tracción sobre la corteza o las rocas. Las especies de Abrocoma tienen garras pequeñas, pero las garras son grandes y curvadas en Cuscomys; los segundos dígitos de ambos géneros están ahuecados por debajo. Sobre los tres dedos centrales sobresalen pelos rígidos, posiblemente utilizados como peines de aseo. Las especies de Abrocoma son roedores de tamaño medio que pesan hasta 350 gramos (12,3 onzas), con un cuerpo de 17 a 23 cm (6,7 a 9,1 pulgadas) de largo y una cola de pelo denso de 6 a 18 cm. La Cuscomys es más grande, pesa 910 gramos, tiene un cuerpo de 35 cm y una cola larga y peluda de dos colores (26 cm). El pelaje largo, suave y denso de la rata chinchilla varía entre el gris plateado y el pardo en las partes superiores, con las partes inferiores blancas, grises o pardas.
Las cuatro especies de Abrocoma son principalmente nocturnas y terrestres. Se refugian en grietas de las rocas o en madrigueras, son ágiles escaladores de rocas y trepan por arbustos y árboles pequeños. Su dieta consiste en hojas, brotes y tallos de arbustos. Suelen verse varios cerca unos de otros, quizá formando pequeñas colonias. Algunas especies construyen letrinas de hasta 3 metros de altura que sobresalen de las grietas de las rocas y están compuestas por heces pegadas con orina y otros líquidos. Estas estructuras acaban siendo tan duras como la roca.
De las dos especies de Cuscomys, C. oblativa sólo está representada por los restos de un enterramiento inca en Machu Picchu, aunque se especula que la especie puede seguir viviendo cerca. La otra especie, C. ashaninka (llamada así por el pueblo ashaninka de la región), parece ser arbórea y se sabe poco de sus hábitos. Se describió por primera vez en 1999 a partir de un único espécimen obtenido a 3.370 metros en el bosque nublado del sur de Perú, a unos 200 km (124 millas) de Machu Picchu.
La rata chinchilla se da en la cordillera de los Andes desde el sur de Perú hasta el centro-oeste de Argentina, extendiéndose desde las estribaciones costeras hasta el Altiplano. Las especies de Abrocoma prefieren las zonas rocosas cubiertas de vegetación arbustiva y hierba o los matorrales abiertos y sin rocas. La rata chinchilla de Bennett (A. bennetti) ocupa hábitats de matorral en la zona central de Chile, desde cerca de la costa hasta los 1.200 metros sobre el nivel del mar, y aparece junto con el degú (Octodon degus). Los dos animales tienen aproximadamente el mismo tamaño, y se han encontrado madres y crías de ambas especies en las mismas madrigueras. A. boliviensis habita en zonas rocosas y arbustivas a una altitud de unos 2.500 metros en el centro de Bolivia. La rata cenicienta (A. cinerea) sólo vive en el Altiplano, entre 3.700 y 5.000 metros, desde el sureste de Perú hasta el norte de Chile y Argentina. A. vaccarum se conoce en acantilados rocosos a 1.880 metros sobre el nivel del mar en el centro-oeste de Argentina.
Las ratas chinchilla pertenecen a la familia Abrocomidae del suborden Hystricognatha dentro del orden Rodentia. Sus parientes vivos más cercanos son la familia Chinchillidae (chinchillas y vizcachas). La historia evolutiva de los Abrocomidae se remonta a la época del Mioceno temprano (hace 23,8 millones a 16,4 millones de años) en Argentina.