En el Intelectualismo Oculto de Gerald Graff, comienza con el argumento de la «inteligencia de la calle» frente a la «inteligencia de la escuela». Graff explica que la inteligencia escolar puede estar oculta dentro de la inteligencia de la calle y puede aprenderse no sólo hablando con los amigos, sino también de los medios de comunicación y de nuestro entorno, de ahí el intelectualismo «oculto». Continúa explicando que «las escuelas y los colegios pasan por alto el potencial intelectual de la inteligencia de la calle» (198) porque este tipo de intelectualidad se considera en realidad antiintelectual. Graff comienza a hablar de que el intelectualismo suele ser despreciado en las escuelas, y que las personas que se consideran «inteligentes en la escuela» son vistas como empollonas o aburridas. Nos enteramos de que cuando era niño, Graff tenía miedo de la intimidación y…mostrar más contenido…
A continuación, explica que al hablar de temas como los deportes, uno es capaz de experimentar los temas de los argumentos, los debates, e incluso las estadísticas de una manera que las materias en la escuela no podrían estar a la altura. Vemos que habla de cómo la cultura cotidiana puede aplicarse al mundo mucho más que los temas y las lecturas que aprendemos en la escuela, ya que esta cultura puede hablarse con más entusiasmo con alguien que uno acaba de conocer. Además, los niños podrían ver el mundo de otra manera, ya que aprenderían habilidades vitales y conocimientos esenciales de una forma interesante y emocionante. Graff culpa a los sistemas escolares de no ser capaces de captar su atención juvenil, y la de tantos niños de hoy en día. Graff concluye diciendo que ayudar a los niños a encontrar su intelectualismo dentro de sí mismos es todavía un trabajo en progreso.
El intelectualismo se describe más a menudo como alguien que tiene una gran cantidad de conocimientos, es bien hablado, y la idea de la mayoría de la gente de la inteligencia es alguien que es «book smart». Book Smart se describiría como alguien que puede escribir y conversar sobre los temas que más se enseñan en la escuela. Otro tipo de «inteligente» sería alguien conocido como «inteligente de la calle». Se les considera intelectuales conocedores del mundo que les rodea y de la cultura actual, e individuos que aprenden a través de experiencias personales. En el ensayo Hidden Intellectualism, de Gerald Graff insiste