La formación del suelo
El suelo se forma como parte del Ciclo de las Rocas cuando un proceso llamado meteorización descompone la roca en la superficie de la Tierra. La meteorización puede ser un proceso físico o químico. Cuando la roca se descompone en trozos más pequeños de rocas y minerales mediante el proceso físico de meteorización, sólo cambia la roca, no los minerales que forman parte de ella. El proceso físico de meteorización es causado por las siguientes acciones.
- Las grietas en las rocas permiten que el agua se asiente. Cuando el agua pasa por un ciclo continuo de congelación y descongelación, rompe las rocas.
- Las raíces de los árboles y otras plantas se encajan en las grietas, ampliándolas hasta que se desprenden trozos de roca.
- La arena que sopla con fuerza contra las rocas y los acantilados en el desierto provoca la abrasión, desgastando o haciendo chorro de arena la superficie de las rocas.
- El agua que se mueve con rapidez, como las olas que golpean, socava y rompe la superficie de las rocas, las montañas y los acantilados.
- Los enormes glaciares que se desplazan cuesta abajo raspan y escarban la superficie de las montañas y las rocas a su paso.
- Los enormes cambios de temperatura en lugares como los desiertos calientan y expanden la roca durante el día, y luego la enfrían y la contraen por la noche, provocando el desprendimiento de capas de roca.
Rocas desprendidas a causa de una avalancha – Cortesía de June Main
El proceso de meteorización química implica el cambio de la composición de los minerales de las rocas y suele producirse en zonas húmedas. El dióxido de carbono y el oxígeno y/o el agua pueden combinarse con los minerales de la roca, haciendo que ésta se desmorone, se rompa y se disuelva. Los líquenes que viven en los minerales de la roca liberan un ácido que puede descomponer la roca.
De montaña a arena – Cortesía de June Main