Describimos el caso de un hombre de 59 años que presentó dolor torácico y elevación del segmento ST en las derivaciones inferiores, R>S en V1 y depresión del ST en las derivaciones anteriores debido a la oclusión proximal de la primera marginal obtusa. Se realizó una angioplastia coronaria primaria y se colocó un stent en esta arteria. Doce horas más tarde la paciente se volvió hemodinámicamente inestable y se diagnosticó una regurgitación mitral severa por rotura de una de las cabezas del músculo papilar anterolateral. Se realizó una intervención quirúrgica de urgencia (reimplantación de la cabeza del músculo papilar, anuloplastia mitral con anillo rígido, anuloplastia tricuspídea e injerto de bypass arterial coronario). En la inspección quirúrgica se observó que la cabeza muscular desprendida había quedado atrapada en el ventrículo izquierdo por una cuerda secundaria unida a la otra cabeza. Este caso es inusual al presentar dos características poco comunes del músculo papilar isquémico: la rotura del músculo anterolateral en el infarto de miocardio que afecta a las paredes inferoposteriores, y el hecho de que la cabeza muscular rota no se prolapsó porque había quedado atrapada en el ventrículo izquierdo por la unión de la cuerda secundaria.