Pregunte a los expertos
Agradecería algo de información sobre la intolerancia a la lactosa, que parece que estoy sufriendo. Tengo 76 años y nunca he tenido problemas digestivos, hasta ahora.
Respuesta del médico
El azúcar presente en la leche y los productos lácteos se llama lactosa. Nuestro intestino delgado fabrica una enzima necesaria para descomponer este azúcar y se llama lactasa. Una parte importante de la población mundial carece de esta enzima o la tiene en cantidades insuficientes. Esto es particularmente cierto entre los asiáticos y los negros africanos y afroamericanos. A medida que envejecemos, la cantidad de esta enzima en nuestros intestinos se reduce gradualmente. En consecuencia, podemos tolerar cantidades menores de leche o productos lácteos (la leche descremada o baja en grasas contiene la misma cantidad de lactosa que la leche normal). Los síntomas de la deficiencia de lactasa (por lo tanto, de la intolerancia a la lactosa) incluyen gases, calambres abdominales y/o diarrea cuando una persona ingiere más productos lácteos de los que su lactasa puede manejar.
Las opciones de tratamiento incluyen tomar la enzima lactasa en píldoras o gotas (Lactaid, Lactrase, etc.) antes y durante una comida rica en lactosa. La mayoría de los supermercados también tienen leche baja en lactosa, que es otra forma de disfrutar de los lácteos. El yogur es otra buena fuente de productos lácteos bajos en lactosa, siempre que el envase indique que tiene cultivos vivos. Los intolerantes a la lactosa deben comprobar cuidadosamente los ingredientes de todos los alimentos envasados o preprocesados, ya que pueden contener lactosa insospechada. Las tres palabras que hay que buscar son leche, lactosa y suero.
Recuerde que los resultados óptimos dependen de un diagnóstico preciso. Consulte a su médico para asegurarse de que no padece otra enfermedad digestiva que pueda imitar la intolerancia a la lactosa.