Utilizando la lengua, palpe el interior de la mandíbula inferior en la zona donde se encuentran las raíces de los dientes inferiores. Ahora palpe el paladar medio de su boca. ¿Siente algún bulto duro? No hay que preocuparse. Lo más probable es que estas protuberancias sean crecimientos inofensivos de hueso extra llamados tori.

Según Case Reports in Dentistry, los tori (o torus si es una sola protuberancia) son crecimientos inofensivos de hueso dentro de la boca. Se definen simplemente como colinas de hueso cubiertas por tejido gingival normal y se consideran ordinarias y completamente sanas. Pueden presentarse en un lado de la boca, pero lo más probable es que se encuentren de forma bilateral. Según el Journal of Dental Sciences, hay tres lugares en los que es más probable que los pacientes los tengan: los tori linguales mandibulares, que se encuentran en el lado de la lengua del maxilar inferior; los tori maxilares, que se encuentran en el techo de la boca y también se llaman tori palatini; y el lado de la mejilla de los molares superiores, también conocidos como exostosis bucales.

¿De dónde vienen?

Los tori son de crecimiento lento y pueden variar de tamaño. Muchas personas los tienen en la boca pero no se dan cuenta de que están ahí hasta que son examinados y señalados por un profesional dental. Los tori parecen tener una relación étnica y genética y, según el Journal of Clinical and Diagnostic Research, son más comunes en los hombres. Algunos profesionales de la odontología sostienen que los pacientes que aprietan la mandíbula y rechinan los dientes tienen una mayor incidencia de tori. Otros afirman que las lesiones o los traumatismos en la cara y la mandíbula crean una mayor incidencia de tori.

¿Cómo se tratan?

La mayoría de las veces los tori no interfieren con la alimentación, la bebida o el habla diarios. Los profesionales de la odontología suelen controlar el tamaño y la forma de los tori, pero no recomiendan el tratamiento de las zonas a menos que empiecen a interferir con el cuidado oral rutinario en casa o con las funciones diarias básicas. En el caso de que los tori crezcan hasta un punto en el que se toquen en el centro de la boca, o el paciente necesite aparatos de ortodoncia o una prótesis dental extraíble, un profesional dental puede recomendar la eliminación de los tori. El proceso de extirpación de los toros se realiza mediante cirugía ambulatoria en el entorno dental.

¿Pueden ser dolorosos?

A veces los crecimientos óseos de los toros pueden inflamarse si un paciente se raspa los toros al comer, o un profesional dental puede raspar un toro al tomar radiografías dentales. En este caso, es importante limpiar la zona lesionada con una pasta de dientes o un enjuague con flúor que elimine los gérmenes para reducir el número de bacterias mientras la zona se cura.

Cuando los pacientes observan un toro, pueden preocuparse de que sea un signo de cáncer oral. Los toros no son cancerosos, ni evolucionan hacia el cáncer. Si nota alguna zona sospechosa o preocupante en su boca, lo mejor es que consulte a un profesional de la odontología.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada.