En la diverticulitis aguda del colon sigmoide, la decisión terapéutica inicial es si emplear un tratamiento médico o quirúrgico y, posteriormente, si es necesaria la resección electiva del intestino afectado. Según los criterios utilizados para el diagnóstico de la diverticulitis y la duración del seguimiento médico, entre el 10 y el 25% de los pacientes con diverticulosis desarrollarán alguna forma de inflamación peridiverticular. El tratamiento adecuado de la diverticulitis requiere una terapia antimicrobiana dirigida contra las bacterias gramnegativas tanto facultativas como obligadas. La tomografía computarizada se considera ahora la modalidad más informativa en el diagnóstico y el pronóstico de la extensión extracolónica de la diverticulitis. Se requiere una operación urgente o un drenaje percutáneo para los abscesos paracólicos no confinados en el mesocolon. Las indicaciones habituales para retrasar la operación son los abscesos residuales, las estenosis, las fístulas, la diverticulitis recurrente bien definida y la imposibilidad de excluir un carcinoma colónico. Sin embargo, estudios prospectivos recientes han demostrado que la alta frecuencia de recidiva de la enfermedad justifica que se proponga la sigmoidectomía profiláctica tras el primer ataque de diverticulitis, especialmente si el paciente es menor de 50 años, es obeso o está inmunodeprimido.