No me importa lo que esté encima de tu agenda de cosas que hacer hoy — realizar una cirugía cerebral, enterrar a tu gato muerto, o averiguar quién ha estado enviando mensajes de texto a tu marido a las 2 de la madrugada… deja de lado todo eso y haz algo mucho más importante. Planta estas tres flores ahora. Esa otra basura puede esperar.
Gran flor #1 — Calibrachoa Sigh. ¿Por qué los cultivadores de plantas no pueden inventar un nombre común mejor para estas maravillosas flores que su nombre botánico, Calibrachoa? Suena como una serpiente de la selva. Sugiero que las llamemos «campanillas», la gente lo recordaría. Lamentablemente, eso no sucederá, así que por ahora, sólo las llamaré «callies».
Los callies (mostrados arriba) se están convirtiendo rápidamente en mis plantas anuales favoritas. Se asemejan a las petunias en miniatura (con las que están emparentadas) y crecen de 6 a 15 pulgadas de alto y de ancho. Las flores simples o dobles vienen en todos los colores que pueda desear, incluyendo algunos que las petunias no ofrecen, como el naranja verdadero, el amarillo verdadero y el terracota. Las flores aparecen sin parar desde la primavera hasta el otoño, asfixiando absolutamente a las pequeñas hojas, y no hay que decapitarlas. Las calias son magníficas para contenedores, cestas colgantes, jardineras y la parte delantera de la frontera.
Cómo cultivarlas: He descubierto que las calias son más resistentes y fáciles de cultivar que la mayoría de las petunias, pero tienen algunas exigencias. Dales de pleno a medio sol y un suelo fértil y bien drenado. No les gustan los suelos con pH alto, así que si tu suelo es alcalino, cultívala en macetas. Nunca dejes que se marchiten por falta de agua; no se recuperarán. Nota sorprendente — Callies a menudo sobreviven el invierno en mi jardín de la zona 8A en el centro de Alabama y volver en la primavera.
Gran flor #2 — Blue fan flower
El verdadero azul es el color de las flores más difícil de encontrar, así que ¿cómo no amar la flor de abanico azul – especialmente cuando descubres que su nombre botánico, Scaevola, honra al antiguo héroe romano, Mutius Scaevola, que se quemó la mano para demostrar su valentía? En una historia relacionada, nuestra palabra moderna «mutilar» está tomada de su nombre de pila.
La flor de abanico (llamada así por sus flores en forma de abanico) es una planta baja, que rara vez crece más de 15 cm de altura, pero que se extiende de 2 a 3 veces más. Al igual que las calas, destaca tanto en macetas como en parterres y florece sin parar hasta el otoño. Se puede conseguir en colores lavanda, púrpura, rosa o blanco, pero el favorito de Grumpy es el azul. Su selección favorita es la ‘Blue Wonder’, mostrada arriba. Pruebe a combinarla con flores naranjas y corales sólo porque yo lo digo.
Cómo cultivarla: A la flor de abanico le gusta el pleno sol y el suelo fértil. Un excelente drenaje es imprescindible para que no se pudra ante tus ojos. La otra cara de la moneda es que tolera la sequía.
Gran flor #3 — Caléndula de menta mexicana
Es posible que hayas intentado cultivar estragón francés en el sur, sólo para descubrir que es demasiado caliente. Bueno, aquí hay un gran sustituto: la caléndula de menta mexicana (Tagetes lucida). Crece unos tres pies de alto y de ancho y es perenne en las zonas USDA 8-10 y anual al norte. Sus hojas lisas y estrechas tienen la inconfundible fragancia y sabor del estragón, lo que la convierte en una valiosa adición a su jardín de hierbas y verduras del sur. Sus vistosas flores amarillas a finales del verano y en otoño son una ventaja.
Cómo cultivar: Dé a la planta pleno sol y un suelo bien drenado. No da problemas y tolera la sequía.
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