Todo el mundo conoce la sensación: ¡se te antoja tanto esa comida o bebida específica que no puedes pensar en nada más! Bueno, resulta que es sólo su cuerpo tratando de comunicar que hay un desequilibrio que ocurre internamente.A menudo, cuando anhelamos alimentos poco saludables o específicos, es una señal reveladora de que algo falta en nuestra dieta. Aquí están algunas de las causas más comunes de los antojos y cómo combatirlos de una manera limpia y saludable!
El mayor culpable: Carencias de vitaminas y minerales
Hierro
La carencia de hierro es una de las deficiencias de nutrientes más comunes en el mundo, afectando a cerca del 20% de las mujeres, al 50% de las embarazadas y al 3% de los hombres. Ser bajo en hierro es notorio por causar antojos de carne, incluso para los comedores a base de plantas. Mientras que muchos de nosotros no podemos imaginar una mañana sin nuestra querida taza de café o té, el deseo continuo de cafeína también puede ser un indicador de la deficiencia de hierro.
Para conquistar estos antojos de una manera más saludable, pruebe a consumir alimentos ricos en hierro, como las verduras de hoja verde (como las espinacas, la col rizada y la col), los anacardos, las semillas de calabaza, las legumbres y las pastas y cereales enriquecidos con hierro. Acompáñelos con vitamina C, que se encuentra en los tomates, los boniatos y los pimientos, ya que ayuda a la absorción del hierro.
Zinc
El zinc es una deficiencia mineral muy común porque se vuelve menos presente en nuestro cuerpo a medida que envejecemos y durante las épocas de estrés. Un nivel bajo de zinc no provoca necesariamente antojos, pero embota significativamente tu sentido del gusto. Esto hace que se añada más sal y azúcar a los alimentos para sentirse satisfecho. El zinc está presente en las legumbres, las semillas, los cereales integrales y los frutos secos.
Omega 3
Cuando no puede quitarse de la cabeza la idea de morder algo sabroso o indulgente, es posible que tenga un bajo nivel de omega 3. Para satisfacer estos antojos, asegúrate de incorporar a tu dieta más grasas y aceites de buena calidad, como el aguacate, los frutos secos, el aceite de oliva, la leche de coco y la linaza. Evite las grasas saturadas y trans presentes en alimentos procesados, la mantequilla y las patatas fritas envasadas. Estos alimentos pueden aumentar seriamente el colesterol dañino en el torrente sanguíneo, lo que se ha relacionado con enfermedades cardíacas, derrames cerebrales, diabetes y otras afecciones crónicas.
Magnesio
Si sientes que no puedes controlar tus antojos de chocolate, podría ser una señal de que tienes poco magnesio. El cacao es extremadamente alto en magnesio, y dado que este mineral puede ayudar a aliviar los calambres musculares, no es una coincidencia que los antojos de chocolate tiendan a aumentar cuando las mujeres están menstruando.
Es muy importante controlar la deficiencia de magnesio porque este mineral es esencial para mantener nuestros huesos fuertes. Para aplastar tus antojos de chocolate y alcanzar niveles saludables de magnesio, prueba a cambiar tu tableta de chocolate con leche por un par de cuadrados de chocolate negro en su lugar. También puedes probar nuestro paquete variado de barritas para amantes del chocolate. La avena es otra gran fuente de magnesio y minerales esenciales. Pruebe nuestra nueva macrobarrita de avena con chispas de chocolate y duplique el consumo de chocolate y avena. Tener antojo de harinas procesadas como panes blancos, galletas y fideos puede ser un indicador de que necesita incluir más fibra en su dieta para controlar mejor su azúcar en sangre. Intente incorporar más frutas y verduras a su rutina diaria, como plátanos, manzanas, acelgas, espinacas, aguacate, brócoli, apio y melocotones para frenar sus antojos de carbohidratos.
Influencia de la actividad
Ejercicio
Si bien es cierto que el ejercicio es bueno para el cuerpo, también es importante saber que el ejercicio vigoroso agota el cuerpo de micronutrientes esenciales. Si después de hacer ejercicio te apetecen comidas o tentempiés salados, esto podría indicar una necesidad de minerales y electrolitos que has perdido durante la actividad. También puede ser una señal de que estás deshidratada, ya que la sal (electrolitos) ayuda a tu cuerpo a retener los líquidos. No es casualidad que a las mujeres embarazadas les apetezcan los alimentos salados, ya que sus necesidades de hidratación aumentan, al igual que sus necesidades de los minerales que se encuentran habitualmente en la sal. Para vencer estos antojos, asegúrate de beber suficiente agua cada día. Una persona promedio debe beber entre ocho y diez vasos de 8 onzas para mantenerse adecuadamente hidratado. Para las personas que hacen ejercicio vigoroso con regularidad, se recomienda que beban hasta doce o quince vasos de agua cada día. Para dar un impulso adicional a su hidratación, pruebe a añadir una pequeña pizca de sal (nos encanta la sal rosa del Himalaya) al agua que bebe. Esto te ayuda a mantener la hidratación y mantiene a raya los antojos de alimentos salados.
De la misma manera, si te encuentras con antojos de dulces durante o después de tu entrenamiento, probablemente significa que necesitas más calorías. Intenta cargarte de azúcares saludables como la fruta o una barrita de proteína pre-entrenamiento GoMacro. Esto te dará la energía necesaria para hacer ejercicio.
Falta de sueño
¿Ha notado alguna vez que una noche de poco sueño puede hacer que al día siguiente se le antojen alimentos poco saludables y ricos en calorías? Estos antojos van de la mano de la fatiga, y es la forma que tiene tu cuerpo de buscar combustible rápido para seguir adelante. Dormir mal puede alterar los niveles hormonales, lo que aumenta la probabilidad y la intensidad de estos antojos.
Para reducir la fatiga, intenta mejorar tus patrones de sueño acostándote y despertándote a la misma hora cada día. Esto ajusta el reloj biológico de su cuerpo a su ritmo circadiano natural, lo que ayuda a profundizar el sueño y hace más fácil levantarse por la mañana. Además de poner la alarma para despertarse, acostúmbrese a poner una alarma para cuando sea la hora de irse a dormir por la noche. De este modo, sabrá cuándo es el momento de relajarse cada noche. Otra forma de dormir mejor es desconectar del trabajo y dejar el teléfono al menos una hora antes de acostarse. Por la noche, la luz azul de nuestros dispositivos engaña a nuestro cerebro para que piense que es de día (es decir, que es hora de estar alerta y despierto) suprimiendo la secreción de melatonina, una hormona que regula el ciclo de sueño y vigilia. Acomódate con un buen libro en lugar del ordenador o el teléfono. Un truco más: ¡deja los planes nocturnos para el fin de semana, cuando sabes que puedes recuperar el sueño al día siguiente!
Para las noches en las que no puedes dormir bien, intenta consumir un flujo constante de proteínas a lo largo del día siguiente. Las proteínas ayudan a estabilizar el azúcar en la sangre y a minimizar los antojos de alimentos poco saludables. Empaque su almuerzo y bocadillos con alimentos que contengan un equilibrio de carbohidratos saludables (como batatas y frutas) y proteínas o grasas saludables (como frijoles, aguacates y nueces).
Conquistar los antojos
Conseguir el control de tus antojos empieza por entender lo que significan. Al estar más en sintonía con su cuerpo y la nutrición que le dice que necesita, estará más saludable y se sentirá mucho mejor.