Con casi 600 libras, Mike Powers se sentía infeliz y poco saludable. Tardaba al menos media hora en realizar cualquier tarea física. Para sentirse mejor, recurrió a la comida.
Por sus 1,5 metros de altura, Powers siempre había tenido sobrepeso. Era un comedor emocional que rara vez vigilaba el tamaño de sus porciones. Pero hace dos años, su peso y su salud se estaban descontrolando: ni siquiera podía ponerse los zapatos o cortarse las uñas de los pies.
«Estaba tan acostumbrado a tardar 30 minutos en ponerme la ropa», dijo este residente de Myrtle Beach, Carolina del Sur, de 43 años. «Cuando pesas 600 libras, es algo que duele. Te destroza muy rápido».
Powers tenía diabetes de tipo 2, insuficiencia cardíaca congestiva y enfermedad pulmonar obstructiva crónica. Su médico le advirtió que podría morir si no hacía un cambio.
«Me dijo: ‘Si vuelves en este estado, no sé si podré salvarte'», recordó. «Ese fue un momento aterrador».
Aún así, hizo poco para cambiar sus hábitos. Entonces, en noviembre de 2016, se dirigió a su buffet chino favorito para almorzar. Llegó muy temprano y necesitaba matar el tiempo antes de que abriera. Comenzó a deambular cuando vio el Title Boxing Club y decidió comprobarlo.
«Cuando entré por primera vez en el gimnasio Title, no podía caminar desde la puerta principal hasta el baño», dijo. «Pero la primera vez que golpeé el saco, fue una liberación»
Esa sensación le motivó a volver unos días después. Le costó al principio: se quedaba sin aliento con facilidad y no podía hacer ejercicio durante mucho tiempo sin tomarse un descanso. Pero siguió adelante.
Hoy en día, hace ejercicio cinco veces a la semana. También cambió su dieta, eliminando los carbohidratos blancos, como la pizza, el arroz, las patatas fritas y la pasta. Añadió a su dieta proteínas magras, frutas y verduras. Todos los días bebe al menos ocho vasos de agua. Si se siente triste, va al gimnasio y golpea una bolsa pesada.
«Todo lo que me atrajo a la comida, la depresión o lo que sea, lo vuelvo a la bolsa», dijo.
Hasta la fecha, Powers ha perdido 250 libras y ahora pesa 337 libras. Necesita perder unos 9 o 10 kilos más antes de someterse a la cirugía de extirpación de piel, pero está centrado en mantenerse activo y comer alimentos saludables.
«Sólo quiero estar sano, feliz. Es más allá de perder peso», dijo.
Hoy en día, ya no necesita administrarse insulina, y sólo toma dos pastillas para regular su insuficiencia cardíaca congestiva. Ha aprendido mucho sobre sí mismo a través de este proceso.
«Soy más fuerte de lo que nunca pensé», dijo. «Es como una nueva vida. El buen Dios me dio la oportunidad de empezar de nuevo».
Aquí están sus consejos para otras personas que esperan perder peso:
Deja atrás el pasado.
Perder 250 libras en 15 meses requiere mucha energía positiva. Cuando los amigos o la familia le criticaban o dudaban de él, Powers los evitaba. También tuvo que dejar de lado cualquiera de sus propios sentimientos negativos que le impedían tener éxito.
«Tienes que dejar atrás el pasado», dijo. «Si hay alguna negatividad o algo que te retiene, tienes que deshacerte de ello».
Encuentra lo que te gusta.
El boxeo ayudó a Powers a sentirse mejor tanto emocional como físicamente. Cree que siguió practicándolo porque le gustaba mucho.
«Encuentra algo que sea positivo, que te guste hacer y que sea saludable. Tenis, natación, lo que sea. Encuentra algo que te guste hacer y tómalo y corre con ello», dijo.
No es una solución rápida.
Powers entiende que para mantener su pérdida de peso y mantenerse sano, siempre tendrá que comer alimentos saludables y hacer ejercicio.
«Esta es mi nueva vida», dijo.
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