¿Cómo saber si alguien se siente atraído por ti?
Una nueva investigación está cambiando el juego para las personas que viven en ese espacio tortuoso entre la claridad de la relación y la incertidumbre de la misma: ¿Sólo quiere que seamos amigos o más? ¿Está coqueteando o es amistoso? Si estás interesado, pero no puedes leer las intenciones de la otra persona, cada interacción puede parecer una invitación abierta a la confusión y la incomodidad.
¿No sería bueno simplemente saberlo?
Los investigadores creen que sí. Un nuevo estudio de la Universidad de Kansas y el Wellesley College identifica una forma fiable de diferenciar a las personas interesadas en la amistad o el amor, y se centra en la mirada. Podría tratarse de la «mirada del amor» o simplemente de una mirada prolongada, pero parece que las personas pueden mirar el cuerpo de los demás de forma diferente cuando están interesadas en el amor o en la amistad.
La idea de que los patrones de la mirada podrían servir como decodificador secreto de la amistad frente a la atracción romántica tiene sentido desde el punto de vista anecdótico (por ejemplo, ¿alguna vez te ha mirado alguien que se siente atraído por ti?) y ciertamente también desde un punto de vista evolutivo. Los estudiosos que adoptan una perspectiva evolutiva sugieren que el juego de las citas es una danza cuidadosamente coreografiada diseñada para maximizar el éxito de la reproducción. Esto incluye la búsqueda de una pareja sana y fértil, cuyos indicios son a menudo cualidades físicas observables, como la simetría facial y una relación cadera-cintura favorable al parto.
En esta investigación, algo más de 100 participantes heterosexuales vieron fotografías con instrucciones de considerarlas como amigos o como potenciales parejas románticas. Utilizaron un software de seguimiento ocular para examinar hacia dónde miraban los participantes en función de sus objetivos: amigo o pareja.
1. Determinar el foco de la primera mirada.
¿Cuál es el primer punto de fijación de la mirada? Tanto los hombres como las mujeres con objetivos románticos se centraron en las zonas del pecho de sus potenciales parejas, en las zonas de la cadera a la cintura y en sus cabezas durante el primer momento de atención. Cuando se buscaba sólo amistad, se dedicaba comparativamente más tiempo a mirar los pies y las piernas de la persona de la foto.
2. La duración de la mirada importa.
Las personas con una mentalidad romántica miraban durante más tiempo la cabeza y la zona del pecho de sus potenciales parejas que las personas con objetivos de amistad, y esto era especialmente cierto para los hombres. Los hombres se fijaban en la región del pecho más que en cualquier otra zona, y la zona de la cintura también recibía una atención considerable.
3. La mirada de los ojos puede predecir el potencial de las relaciones.
Tomando los datos de la fijación de la mirada, los investigadores trataron de determinar si podían predecir con exactitud los autoinformes de los participantes sobre su interés en las relaciones. Y lo consiguieron, aunque no a la perfección. Las mujeres que miraban la relación cadera-cintura de los hombres informaban de un mayor interés romántico en el objetivo, y las mujeres que miraban más la cabeza de los hombres informaban de un mayor interés de amistad en esos objetivos. Mirar el pecho y las piernas (lo que es un poco incoherente con los datos del seguimiento ocular) se correspondía con un mayor interés de relación.
Entonces, ¿qué significa todo esto? No es fácil rastrear la mirada de alguien cuando se le conoce por primera vez, pero esta investigación sugiere que hay formas sutiles (o tal vez a veces… ¿no tan sutiles?) en que nuestros ojos hablan cuando se trata de nuestros objetivos de relación.
Desde una perspectiva evolutiva, tenemos mecanismos incorporados que apoyan nuestra capacidad de transmitir nuestros genes. Uno de estos mecanismos puede ser la agudización de la sensibilidad visual a los atributos físicos que importan en la reproducción, pero sólo si ese es nuestro objetivo. Podemos dedicar más tiempo a mirar las caras cuando buscamos una pareja romántica, porque los rostros (por ejemplo, su simetría) pueden revelar información sobre la salud, la juventud y, por tanto, la fertilidad; pero esta información es menos relevante si sólo buscamos la amistad. Del mismo modo, la zona del pecho puede revelar la fuerza de un hombre, y la proporción entre la cintura y la cadera puede servir como pista sobre la preparación para tener hijos, pero estas regiones pueden no recibir atención adicional si alguien no está buscando una relación romántica.
En conjunto, esta investigación nos da una nueva forma de considerar cómo los motivos románticos pueden ser revelados involuntariamente a través de nuestros comportamientos no verbales.