Si usted, como muchas mujeres, es propensa a los movimientos tortuosos, no está sola. La gracia natural sólo la tienen algunas personas, e incluso esas almas afortunadas podrían beneficiarse de trabajar en ella. La torpeza no es culpa tuya; no nos enseñan a ser elegantes. Sin embargo, la excelente noticia es que puedes enseñarte a ti mismo a ser más elegante; sólo tienes que informarte sobre los movimientos elegantes y practicarlos con el tiempo. No hay ningún atajo para la gracia; tienes que incorporarla a tu memoria muscular. Esta es una de las artes femeninas que debe calar en tus huesos.
Postura
La gracia comienza con una postura sólida. Aprieta los músculos del estómago, mueve los hombros hacia abajo y hacia atrás, y asegúrate de que la barbilla está paralela al suelo, sin que sobresalga hacia arriba o hacia fuera ni se hunda hacia dentro o hacia abajo.
Intención
La mayoría de nosotros nos movemos con torpeza porque decidimos sobre la marcha qué es lo que estamos haciendo y hacia dónde vamos. Haz una pausa antes de hacer un movimiento y decide esas cosas. ¿Qué objeto es, precisamente, el que quieres coger? ¿En qué habitación, precisamente, quieres entrar?
Lentitud
Entonces, una vez que tu postura esté en su sitio y sepas qué es lo que quieres hacer, realiza esa acción a 3/4 de velocidad. Haz lo que haces de forma deliberada y efectiva. Si te levantas desde una posición sentada o tumbada, asegúrate de enderezarte del todo en lugar de quedarte en una posición medio encorvada.
Rango
Descubrirás que eres más elegante cuando tu cuerpo está sano y flexible. Tener un rango de movimiento completo hace que todas nuestras acciones sean más elegantes. Cuando hagas ejercicio, céntrate en los estiramientos suaves y en los ejercicios de fortalecimiento del tronco y, si es posible, cuenta con la ayuda de un entrenador personal.
Las clases de baile son excelentes para enseñarte la gracia y para mejorar la flexibilidad y el fortalecimiento del tronco.
Ve también: Cómo ser socialmente elegante.