Hasta el 75% de las personas con EM pueden experimentar problemas de vejiga en algún momento de su vida. Estos problemas suelen desarrollarse a medida que la enfermedad progresa, normalmente seis años de media después del diagnóstico1. Los problemas de la vejiga están relacionados con las lesiones que bloquean o retrasan la transmisión de las señales nerviosas en las zonas del sistema nervioso central que controlan la vejiga,2 y se ven agravados por la reducción de la movilidad del paciente.

Los problemas de la vejiga incluyen problemas de almacenamiento de la orina y problemas para vaciarla. Algunas personas experimentan una combinación de estos problemas, que pueden conducir a la incontinencia urinaria,1 la complicación sanitaria más complicada de tratar.

Los problemas con el almacenamiento de la orina hacen que la vejiga sea hiperactiva e incluyen una mayor necesidad de orinar (más de ocho veces al día, y más de dos veces por la noche), una necesidad inmediata de vaciar la vejiga y una sensación de incapacidad para retener la orina. Los problemas para vaciar la vejiga incluyen la dificultad para empezar a orinar y el vaciado incompleto de la vejiga.1

Las infecciones del tracto urinario también son frecuentes en la EM.

Diagnóstico de los problemas de vejiga

Antes de que los médicos determinen el tratamiento de los problemas de vejiga, se suelen realizar una serie de pruebas médicas:

  • Uroanálisis, en busca de sangre en la orina
  • Prueba de urodinamia
  • Una ecografía renal

La prueba de urodinamia, considerada una prueba de referencia, es una evaluación informatizada de la función general de la vejiga. Consiste en colocar una pequeña sonda conectada a un monitor de ordenador en la vejiga y llenarla de agua en tiempo real. Mientras se llena la vejiga, el técnico hace preguntas al paciente. Tras el llenado, el paciente orina en una máquina especial que proporciona datos sobre la presión y el flujo.

A continuación, se realiza una ecografía renal para determinar si los riñones son normales.3

Manejo y tratamiento de los problemas de la vejiga

Lo primero que suelen hacer las personas con EM para manejar los problemas de la vejiga por sí mismas es disminuir la ingesta de líquidos. La disminución de la ingesta de líquidos hace que la orina se concentre tanto que irrita el revestimiento de la vejiga, lo que aumenta el riesgo de infecciones del tracto urinario, y puede provocar deshidratación y otras complicaciones.

Los médicos señalan que el punto más importante en el manejo de esta condición es proteger los riñones, ya que puede conducir a la urosepsis y la ruptura de la piel – dos factores que pueden empeorar la EM.

En función del estadio de la enfermedad y de la función cognitiva, la destreza, la movilidad y el apoyo en el hogar de la persona, el tratamiento de los problemas de vejiga suele adaptarse a cada individuo.3 El tratamiento puede ser tan sencillo como el reentrenamiento de la vejiga, o aprender a mantener la vejiga un poco más de tiempo.

Los médicos también pueden sugerir un cambio de rutina para una mejor gestión de los líquidos: en lugar de tomar ocho tazas de café cada día, pruebe a cambiar al agua, a reducir la ingesta de líquidos por la noche y a tomar píldoras o zumo de arándanos que pueden hacer que la orina sea más ácida, ayudando a reducir la cantidad de bacterias en la orina.

La fisioterapia del suelo pélvico es probablemente el método menos costoso y uno de los más eficaces para tratar los problemas de la vejiga urinaria. Los ejercicios del suelo pélvico, también conocidos como ejercicios de Kegel,4 fortalecen los músculos y mejoran su control.

Otras técnicas incluyen la estimulación percutánea del nervio tibial (PTNS), en la que un electrodo de aguja envía impulsos que señalan la vejiga y el suelo pélvico; el autosondaje intermitente (ISC), que puede recomendarse para quienes tienen dificultades para vaciar la vejiga y puede ser realizado fácilmente por la persona con EM con suficiente control motor; InterStim, un pequeño dispositivo implantable que estimula los nervios sacros y ayuda a la comunicación entre el cerebro y el suelo pélvico; e inyecciones de bótox que ayudan a relajar la vejiga y son un tratamiento inyectable aprobado para la vejiga de la EM.

Los medicamentos también pueden ayudar para problemas específicos de la vejiga, deteniendo los espasmos y disminuyendo la frecuencia de la urgencia. El proveedor de atención médica del paciente puede seleccionar el enfoque óptimo para cada afección.

Existen otras intervenciones quirúrgicas disponibles para aquellos que no responden a ninguna de las presentadas anteriormente, como una cistostomía suprapúbica, que es un tubo implantado que drena la orina en una bolsa externa, o un catéter permanente, un tubo flexible en que se implanta en la vejiga que drena la orina en una bolsa externa.3

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Multiple Sclerosis News Today es estrictamente un sitio web de noticias e información sobre la enfermedad. No proporciona consejos médicos, diagnósticos o tratamientos. Este contenido no pretende sustituir el consejo, el diagnóstico o el tratamiento médico profesional. Busque siempre el consejo de su médico u otro proveedor de salud cualificado para cualquier pregunta que pueda tener sobre una condición médica. Nunca ignore el consejo médico profesional ni se demore en buscarlo por algo que haya leído en este sitio web.

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  1. https://www.mstrust.org.uk/health-professionals/practice-resources/bladder-practical-guide/what-bladder-and-bowel-problems-can
  2. http://www.nationalmssociety.org/Symptoms-Diagnosis/MS-Symptoms/Bladder-Dysfunction
  3. http://www.nationalmssociety.org/Programs-and-Services/Resources/Managing-Bladder-and-Bowel-Issues-in-MS-(video-DVD?page=1&orderby=3&order=asc (video)
  4. http://www.mayoclinic.org/healthy-lifestyle/womens-health/in-depth/kegel-exercises/art-20045283

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