Hay varias formas seguras de saber cuándo su pollo congelado necesita irse. Aunque haya estado bien envuelto en el congelador durante unos meses, el pollo no es inmune a caducar si se almacena en el congelador. Esté atento a estas banderas rojas y, si ve alguna de ellas, es hora de tirar el lote.
El pollo ha cambiado de color
El pollo congelado tiene un bonito color rosado en toda su extensión, pero si ha caducado, notará que empieza a volverse un poco gris. Además, la grasa del pollo congelado también tiene un color blanco distintivo. Ambos colores cambiarán si el pollo está en mal estado. Se sabe que al pollo caducado le salen manchas amarillas en la grasa y un tono general grisáceo. Si nota estas cosas, entonces ya no es seguro comerlo y debe tirar el paquete a la basura.
El pollo huele mal
Al igual que muchos otros alimentos, oler el pollo es una gran manera de saber si ha pasado su fecha de caducidad. No será agradable olfatear cualquier discrepancia en sus aves de corral, pero la buena noticia es que no le llevará mucho tiempo determinar si es hora de que el pollo se vaya. El pollo crudo caducado tiene un olor penetrante cercano al de los huevos podridos. Aunque no sepas a qué huelen los huevos podridos… lo sabrás cuando ocurra. Si su pollo tiene este potente olor, arrójelo.
El pollo es viscoso
Es posible que haya oído que las setas se vuelven viscosas cuando están malas y, aunque eso es cierto, las setas no son el único alimento que tiene ese rasgo. Si tocas el pollo y te das cuenta de que tiene una película un poco viscosa, hay que tirarlo. El pollo crudo que se ha descongelado en la nevera tendrá una textura húmeda en su superficie, mientras que el pollo caducado estará viscoso. Sabrá que ha llegado el momento de tirar el pollo cuando mantenga su viscosidad incluso después de lavarlo.
Se ha pasado la fecha de caducidad
Esto debería ser una obviedad, pero a mucha gente le gusta hacer pasar el pollo por su fecha de caducidad. Aunque mucha gente lo ha hecho sin que le duela el estómago, a menudo la gente tiene un poco de dolor de estómago cuando el pollo está técnicamente caducado. Así que, si quiere arriesgarse, no podemos impedírselo, pero sí podemos advertirle que, al menos, esté atento a las señales de alarma antes de comerlo.