Un derrame articular se define como un aumento de la cantidad de líquido dentro del compartimento sinovial de una articulación.

Normalmente sólo hay una pequeña cantidad de líquido fisiológico intraarticular. La acumulación anormal de líquido puede ser el resultado de una inflamación, una infección (es decir, pus) o un traumatismo y puede ser un exudado, un trasudado, sangre y/o grasa. Como parte de un artrograma, la inyección deliberada en el espacio articular de un medio de contraste también da lugar a un derrame.

La lipohemartrosis es un tipo particular de derrame que se produce en el contexto de una fractura intraarticular en la que se observa un nivel de líquido graso debido a la fuga de grasa de la médula hacia la articulación a través de la fractura. La grasa, al ser menos densa que la sangre, flotará en la superficie y se presentará como un nivel de «líquido graso» encima de la sangre en cualquier radiografía con el haz horizontal paralelo al nivel. La lipohemartrosis puede producirse en otras articulaciones (por ejemplo, en el hombro), pero se identifica más fácilmente en la rodilla.

El reconocimiento de un derrame articular en las radiografías simples puede ser difícil, especialmente para los no radiólogos. La apreciación de los aspectos y signos típicos de los derrames articulares puede ayudar al diagnóstico.

Características radiográficas

Derrame articular de la rodilla

Un derrame articular de la rodilla aparece como una densidad de tejido blando homogénea y redondeada bien definida dentro del receso suprapatelar en una radiografía lateral. El derrame se 2:

  • separar las almohadillas de grasa periarticulares >10 mm
  • desplazar el borde posterior normalmente nítido del tendón del cuádriceps
  • desplazar el tendón del cuádriceps y la rótula en sentido anterior
Efusión de la articulación del codo

El signo de la vela es la clave para reconocer una efusión de la articulación del codo. En una radiografía lateral, un derrame provoca el desplazamiento de las almohadillas de grasa anteriores y posteriores que rodean el húmero distal. El aspecto triangular de la almohadilla grasa de baja densidad desplazada simula el aspecto de una vela.

Un derrame de la articulación del codo en el contexto de un traumatismo es muy a menudo un signo de una fractura oculta. En los adultos, la fractura oculta suele ser de la cabeza del radio, mientras que en los niños debe sospecharse una fractura supracondílea no desplazada.

Derrame de la articulación del tobillo

Un derrame de la articulación del tobillo se ve mejor como una densidad de tejido blando en forma de lágrima que desplaza la almohadilla de grasa anterior en una lámina lateral y se encuentra por encima del cuello del astrágalo. El derrame dentro del receso posterior suele estar menos definido. Las radiografías simples son sensibles para los derrames >5 mL, mientras que la ecografía y la RM son más sensibles para los derrames más pequeños 3.

Derrame de la articulación de la cadera

Los derrames de la articulación de la cadera se identifican más fácilmente en la ecografía, la TC y la RM. Son difíciles de identificar en las radiografías simples y sólo se ha descrito un signo fiable 5:

  • Ampliación asimétrica >1 mm en la distancia de la lágrima (entre el aspecto lateral de la lágrima pélvica y el aspecto más medial de la cabeza femoral)

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