El aumento de la popularidad del funcionalismo y el estructuralismo a principios del siglo XX impulsó una revolución en la psicología. Creó muchos de los subconjuntos originales de la psicología, como la psicología de la Gestalt, el conductismo y el psicoanálisis. El conductismo sigue siendo muy utilizado hoy en día, aunque es muy diferente del primer conductismo. A diferencia del funcionalismo y el estructuralismo, el conductismo no se ocupaba de la mente. El conductismo sólo estudia la conducta observable y medible. Uno de los primeros experimentos que estudiaron el comportamiento de los animales fue realizado por el fisiólogo ruso, Ivan Pavlov, a principios de 1900.

Pavlov estudió el efecto de los estímulos externos en los procesos corporales. Su experimento más famoso fue el del reflejo de salivación en perros. El reflejo de salivación es un proceso corporal involuntario y natural que se produce cuando alguien o algo tiene comida en la boca. En su experimento, intentó crear el reflejo de salivación en los perros cuando no tenían comida en la boca. Para ello, encendía un metrónomo y luego daba comida a los perros que estaba estudiando. Naturalmente, como tenían comida en la boca, salivaban. Sin embargo, después de hacer esto durante un tiempo, cuando encendía el metrónomo, los perros salivaban, aunque no estaban comiendo y no había comida delante de ellos. Este es un ejemplo de condicionamiento.

Tengo una experiencia muy similar con los perros y el condicionamiento. Mi novia tiene un perro que es algo revoltoso. Le encanta ladrar y no escucha bien. Para intentar calmarla, empecé a enseñarle diferentes trucos utilizando diferentes movimientos de la mano. Éstos iban desde quedarse callada, hasta sentarse, pasando por tumbarse. Por ejemplo, para que se siente, extiendo la mano como si le dijera a alguien que se detenga, y la doblo. Luego, para que se tumbe, cierro la mano en un puño. Para reforzar la idea de que tiene que permanecer en estas posiciones, le doy una golosina para perros. Despues de unas semanas, ella haria lo que yo le indicara sin necesidad de dar golosinas, sin embargo ella seguia esperando que se las dieran. Después de unos meses, a la orden podía hacer cualquier señal que le mostrara. Pavlov y yo no utilizamos el mismo método ni controlamos los mismos reflejos, pero ambos condicionamos a los perros para que hicieran algo involuntariamente. Pavlov utilizó el condicionamiento clásico, usando el sonido del metrónomo de fondo para estimular una respuesta. Yo utilicé el condicionamiento operante para provocar una respuesta. El buen comportamiento era recompensado y el mal comportamiento era castigado.

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